Este enfoque responde a la creciente necesidad mundial de trazar un curso mucho más sostenible para la transición de vehículos de pasajeros e industriales a trenes de potencia de aire limpio.
Al reciclar y electrificar, en esencia devolver el vehículo a un estándar nuevo de fábrica, Lunaz ahorra el 80 % del carbono incrustado en lugar de reemplazarlo por uno nuevo.