Este martes el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció la prohibición de la importación de petróleo y gas de Rusia, este decisión en un nuevo golpe para la economía del país. Además, el Reino Unido a secundado la medida de Biden.
Sin embargo, el resto de los aliados europeos la han rechazado de momento debido a la más que conocido dependencia de la energía de los rusos.
Por su parte, el presidente rudo, Vladimir Putin, firmó este martes un nuevo decreto en relación a "medidas especiales", en el cual autorízala al Gobierno a prohibir las exportaciones de productos y materias primas. De momento, se desconoce cuales países se verán afectados y los recursos quedarían limitados.
Desde que comenzara la invasión de Rusia a Ucrania, tanto Estados Unidos como el Reino Unido y los aliados europeos han estado constantemente imponiendo sanciones en contra de los rusos, eso sí, han evitado enviar a sus tropas para defender Ucrania, pero les han estado enciendo armas.
Ahora a la decisión de prohibir la importación de petróleo y Gas Natural de Rusia, los países de la UE se han decantado por no seguir a los estadounidenses ni al Reino Unido, ya que ellos dependen mucho de la energía proveniente de Rusia.
"Estados Unidos produce más crudo que todos los países europeos juntos y podemos dar un paso que otros no pueden dar, pero estamos trabajando estrechamente con Europa y nuestros socios para desarrollar una estrategia de largo plazo que reduzca su dependencia de la energía rusa", declaró Biden.
Para los estadounidenses, la importación del crudo de Rusia representa un 8%, un porcentaje igual en el caso del Reino Unido.
"El Reino Unido reducirá de modo gradual, hasta eliminarlas, las importaciones de crudo y productos derivados del crudo, a finales de 2022", comunicó Kwasi Kwarteng, ministro británico de Energía y Empresas a través de Twitter.
"Esta transición dará a los mercados, las empresas y las cadenas de suministros tiempo más que suficiente para reemplazar las importaciones de Rusia, que suponen un 8% de nuestra demanda", añadió Kwarteng.
Para contrarrestar las alzas en el precio de la gasolina para los ciudadanos, el gobierno de Biden se encuentra negociando con Venezuela, Irán y Arabia Saudí la compra de petróleo.
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