El pasado sábado el marinero ucraniano, Taras Ostapchuk, intentó hundir el yate de su jefe, Alexander Mijeev, quien esta ligado en la fabricación de armamento militar.
El yate se encuentra en Mallorca, España, y Ostapchuk trabajaba como oficial en la sala de máquinas.
El ucraniano confesó que actuó de tal manera en forma de venganza por lo que esta viviendo su país en los últimos días produjo de la invasión rusa a Ucrania. Además, señaló que el punto de inflexión fue cuando vio un video de cómo un misil impactaba en un edificio de viviendas.
Asimismo, se reveló como hizo para intentar hundir el lujoso yate valorado en 6 millones de euros. El hombre, de 51 años, explicó que abrió las válvulas de agua en el interior del Lady Anastasia, nombre del yate, cerró las válvulas de combustible para evitar fugas contaminantes y alertó al resto de los tripulantes para que descendieran del barco.
De hecho sus compañeros intentaron hacerlo entrar en razón y que desistiera de hacer lo que hizo, pero él se negó y continuó con su plan, además al frente del juez señaló que era el único culpable.
"Este sábado en el tiempo de descanso vi las noticias sobre la guerra. Había un vídeo de un ataque de un helicóptero a un edificio de Kiev. Los armamentos utilizados los produce la compañía del propietario del barco. Estaban atacando a inocentes", dijo Ostapchuk ante el juez. "No me arrepiento de nada, y lo volvería a hacer; mi jefe es un criminal que vende armas que matan al pueblo ucraniano", añadió.
Ademas, en una videollamada con su abagada, Neus Canyelles, el hombre declaró, "He perdido la primera batalla, que era hundir el barco del jefe ruso, pero las próxima la ganaré". Y comentó que uno vez pueda volará a su país para unirse a la fuerza militar y defender a su nación.
"Por su punto que voy a luchar. En cuento llegue a la primera ciudad de Ucrania buscaré a un comandante militar y le preguntaré si me necesitan. Me dije a mí mismo: ¿Para qué necesito un trabajo si no tengo mi país?", concluyó.
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