El concepto de SUV eléctrico BMW Flow puede cambiar de tonalidad con solo pulsar un botón, pasando del blanco al gris o al negro y viceversa en un momento.
Aunque no puede ir más allá de los tonos grises y, aun así, carece de la sutileza y la profundidad de la pintura de un aunto real, el efecto es sorprendente.
El truco no se logra con pintura, sino con un recubrimiento diseñado especialmente para adaptarse a los paneles de la carrocería del SUV.
El recubrimiento cuenta con el mismo tipo de tecnología de tinta electrónica que se utiliza en los lectores electrónicos. Los paneles de color se cortaron con precisión para que se ajustaran a la forma de los paneles de la carrocería del SUV y luego se fijó el cableado eléctrico a cada sección.
La superficie de los paneles tiene millones de pequeñas cápsulas, cada una de las cuales contiene pigmentos blancos con carga negativa y pigmentos negros con carga positiva. Las corrientes eléctricas llevan un pigmento u otro a la superficie creando las diferentes tonalidades. Una vez completado el cambio de color, los paneles mantienen su tono sin necesidad de más carga eléctrica.
La camioneta puede colorearse de un solo tono o de diferentes tonos en distintas partes. Incluso las ruedas pueden cambiar de color.
Adrian van Hooydonk, jefe de diseño de BMW, describió el concepto BMW iX Flow como "un proyecto avanzado de investigación y diseño".
BMW no ha anunciado ningún plan para llevar este tipo de tecnología a un vehículo de producción. Sin embargo, el fabricante de automóviles citó ciertas ventajas de poder cambiar el tono de un vehículo en cualquier momento.
En primer lugar, puede que simplemente se te antoje.
"Esto da al conductor la capacidad de expresar diferentes facetas de su personalidad o incluso su disfrute del cambio hacia el exterior, y de redefinirlo cada vez que se sienta en su auto", dijo Stella Clarke, líder del proyecto del iX Flow, en un comunicado de BMW.
En segundo lugar, puede hacer que el vehículo sea más eficiente en el consumo de combustible y más cómodo. En los días calurosos, una carrocería blanca podría reflejar el calor, manteniendo el interior a una temperatura más agradable y disminuyendo la necesidad de aire acondicionado. Por el contrario, una carrocería negra absorbe más calor y ayuda a mantener el calor en el interior durante los días fríos, reduciendo la necesidad de calefacción y ventilación.
Por otro lado, si llegara a las líneas de producción, el costo de las reparaciones de los daños de la carrocería podría ser tan llamativo como los efectos de color.