Cuenta la leyenda que la gente es lo que come. Esto quiere decir que, dependiendo de la alimentación, las personas tienen cierto aspecto físico, intelectual y personal reflejado en todo su organismo.
Incluso, se considera que la alimentación tiene bastante influencia en el cerebro. Esto se debe a que el buen funcionamiento del cerebro está relacionado con el contenido de minerales que obtenga en su desarrollo.
Investigaciones han podido concluir que el papel que juega el grupo de vitaminas B, especialmente el ácido fólico afecta el rendimiento cognitivo e incluso aumenta las probabilidades de padecer Alzheimer.
Business Insider señala que son cada vez más numerosos los estudios que advierten los peligros de consumir productos altamente procesados. Este tipo de productos también conllevan a riesgos para la salud como la obesidad, la diabetes y el cáncer.
Por consiguiente, existen varios grupos de alimentos que pueden inducir la pérdida de memoria e incrementar la posibilidad de sufrir Alzheimer. Según las investigaciones es recomendable evitar estos alimentos:
Carbohidratos simples
El consumo de dietas altas en carbohidratos simples y grasas saturadas, está relacionada con deficiencias cognitivas tanto en humanos como en roedores.
Fructosa
La fructosa esta presente en varios alimentos procesados como los zumos, los refrescos azucarados, las frutas en lata, entre otros. La ingesta de este compuesto podría tener un efecto negativo en la plasticidad sináptica del hipocampo. Esto podría afectar al rendimiento cognitivo e incidir en la aparición de trastornos neurológicos.
Un estudio publicado en The Journal of Physiology encontró que la fructosa tiene un efecto negativo en el cerebro, ya que afecta a el funcionamiento de las células del encéfalo y cómo estas almacenan la energía necesaria para procesar tanto el aprendizaje como los pensamientos.
Comida procesada
Algunos tipos de quesos procesados, incluso el queso americano, los palitos de mozzarella entre otros, acumulan proteínas en el cuerpo que se han asociado directamente con el Alzheimer.
Carnes Procesadas
Así mismo, las carnes procesadas, como el pavo ahumado, el jamón y el tocino contienen nitrosaminas, que hacen que el hígado produzca grasas que son muy tóxicas para el cerebro. Según un estudio de Medicina Militar, estos productos pueden provocar deshidratación y por lo tanto, una disminución de la función cognitiva.
Grasas saturadas
Una investigación realizada por Nuria del Olmo y Mariano Ruiz-Gayo en la Universidad CEU San Pablo y presentada en el Congreso Anual de la Endocrine Society (San Francisco), ha señalado que las dietas ricas en grasas saturadas no son sólo un problema para la salud física, sino que causas trastornos alimentarios, enfermedades metabólicas y cardiovasculares y un riesgo para el desarrollo cognitivo, sobre todo relacionado con la memoria.
Azúcares
Un estudio realizado por la Universidad de Berlín, afirma que los niveles crónicamente más altos de glucosa en la sangre, ejercen una influencia negativa en la cognición, posiblemente mediada por cambios estructurales en las áreas cerebrales relevantes para el aprendizaje.
Grasas trans
Varios estudios avalan la relación entre la ingesta de grasas trans y el declive cognitivo. La revista Neurology publicó una investigación que demostró que una alta ingesta de grasas trans se relaciona a la contracción del cerebro y a un mayor riesgo de padecer un derrame cerebral.
Alimentos blancos
Alimentos blancos, como pasteles, azúcar blanca, arroz blanco, pan blanco y pasta provocan un aumento en la producción de insulina y puede perjudicar al cerebro.
Fuente: Revista Semana Colombia