Hace más de 45 años, el 27 de enero de 1976, el joven Kyle Clinkscales, entonces de 22 años, subió a su auto en LaGrange, Georgia, de donde era originario, para dirigirse a la Universidad Auburn, en Alabama, donde estudiaba.
Pero nunca llegó a esa institución académica y desde ese día nada volvió a saberse de él, ni se supo nada del automóvil que conducía, un Ford Pinto modelo 1974.
Por mucho tiempo las autoridades realizaron una búsqueda intensa para tratar de encontrar a Clinkscales y su auto, e incluso se drenaron lagos para tratar de hallarlos. Nada se logró en los últimos 45 años hasta que el pasado lunes 7 de diciembre la oficina del Alguacil del Condado Chambers, Alabama, recibió una llamada en el número de emergencia 911 que reportó que un vehículo podía verse bajo el agua en una cañada junto a un camino local, reportó CNN.
Cuando las autoridades llegaron al lugar vieron que, en efecto, un auto podía verse parcialmente bajo el agua y procedieron a su recuperación. Era un Ford Pinto con placas de Georgia, al parecer asignadas al Condado Troup, donde se ubica la ciudad de LaGrange.
Esa información le fue referida a la oficina del Alguacil del Condado Troup donde se verificaron los datos y se concluyó que se trataba del automóvil de Clinkscales.
Dentro del vehículo, que tenía muchas partes severamente oxidadas, se halló una cartera, tarjetas de crédito, una identificación de Clinkscales y algunos huesos humanos.
Eso sugiere que el misterio de la desaparición de ese joven podría comenzar a aclararse si se comprueba que esos restos en efecto pertenecen a Clinkscales.
Las autoridades del Condado Chambers no saben si la cañada en la que fue encontrado el automóvil fue escenario de las búsquedas que anteriormente se realizaron para tratar de hallar a Clinkscales y señalan que la Oficina de Investigaciones de Georgia analizan los huesos, para establecer primero cuántos son y a quién corresponden, reportó ABC News.
Tras 45 años sin respuestas, hay expectación por conocer si esos restos corresponden a los de Clinkscales.
Si lo fuesen, el misterio del destino de ese joven se esclarecerá un poco, aunque no hay certeza de si podrá ser establecida la causa de su muerte. ¿Un accidente automovilístico, un acto criminal? La interrogante vigente desde 1976 sigue abierta, pero con más posibilidades que nunca de resolverse.
Según el portal AL.com, en 2005 un individuo llamado Jimmy Earl Jones afirmó haber ayudado a mover el cadáver de Clinkscales poco después de su muerte, aunque dijo no saber la causa de su fallecimiento. Jones fue arrestado y acusado de ocultar información fue sentenciado a cárcel por realizar falsos testimonios. Y otra persona testificó que, cuando tenía 7 años, vio a Jones ayudar a mover un cuerpo y a su propio abuelo arrojando un tonel con un cuerpo dentro en un estanque en el Condado Troup.
Pero el automóvil de Clinkscales con su identificación dentro fue hallado en el Condado Chambers y, si se confirma que los huesos son los del joven desaparecido, la historia del barril con un cuerpo dentro arrojado a una charca en el Condado Troup plantea más interrogantes que respuestas.
John Dixon Clinkscales, padre del desaparecido, publicó en 1981 un libro sobre la desaparición de su hijo titulado ‘Kyle’s Story: Friday Never Came’. El padre de Clinkscales murió en 2007 y su madre a principios de 2021. Ella, dice el alguacil del Condado Troup, mantuvo hasta sus últimos días la esperanza de que su hijo volvería a casa.
Clinkscales era hijo único por lo que tras el fallecimiento de sus padres al parecer no le sobreviven familiares directos.