En 2017, Lionel Messi compró el Hotel MiM Sitges, que se encuentra al sur de Barcelona y por el que pagó 30 millones de euros, sin conocer que el lugar tiene un orden judicial de demolición.
Según dio a conocer el medio español, El Confidencial, Messi adquirió el hotel sin tener conocimiento que el lugar no cumplía con las normas urbanísticas y que el Ayuntamiento de Sitges ya había ordenado su demolición, porque la estructura superaba los límites autorizados.
Su antiguo dueño, Francisco Sánchez Rodríguez, tenía conocimiento de la orden en el momento en el que negocio la venta con el jugador argentino. Incluso en las escrituras del traspaso garantizo que no existían "procedimientos sancionadores en ese momento, por motivos urbanísticos o procedimientos de restauración de la legalidad urbana asociados al espacio".
En defensa Sánchez Rodríguez aseguró que no existe ninguna orden de demolición, sin embargo, en el ayuntamiento de Sitges tienen una versión diferente y han dejado claro que la "sentencia está definida y que los prevé correcto".
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