Según numerosos estudios, si se consume de manera moderada, el café reduce la probabilidad de desarrollar enfermedades neurodegenerativas y algunos tipos de cáncer.
El café es rico en polifenoles, ácido clorogénico o fotoquímicos que tienen propiedades beneficiosas para la salud, como la inhibición de la peroxidación del colesterol LDL, o comúnmente llamado colesterol malo, además previene la arterioesclerosis, disminuye el estrés oxidativo y reduce la disfunción endotelial.
Además, el café es una de las pocas sustancias naturales que ayudan a nuestro cuerpo a quemar grasas, ya que es un acelerador del metabolismo, aunque estos efectos disminuyen si la ingesta de café es muy alta. De igual forma, esta bebida es una gran fuente de antioxidantes, más que la mayoría de frutas y verduras que consumimos habitualmente, especialmente polifenoles y ácidos hidroxicinámicos que son necesarios para combatir el ataque de los radicales libres, retrasando el proceso natural de envejecimiento y previniendo enfermedades.
Asimismo, el café ayuda a la prevención de la diabetes de tipo 2, la más frecuente. Diversos estudios han demostrado que su ingesta disminuye el riesgo de padecer esta enfermedad hasta un 50%.
De forma semejante ocurre con las enfermedades neurodegenerativas, ya que esta bebida puede llegar a reducir la posibilidad de padecer alzhéimer hasta un 65% y, hasta un 60%, de sufrir párkinson. No obstante, parece que en este caso la cafeína si cumple un papel primordial, ya que los bebedores de descafeinado no muestran ninguna ventaja.
De manera similar ocurre con la depresión, la cual, según un estudio de la universidad de Harvard, reduce el riesgo de sufrir depresión, al menos en mujeres, que es en las que se realizó el estudio. En él se llegó a la conclusión de que las mujeres que consumieron cuatro o más tazas de café al día tuvieron un 20% menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad. De nuevo, la cafeína es la responsable de esta reducción, ya que las mujeres que consumían descafeinado no mostraron ninguna mejora.
Por último, tomar café diariamente, aunque de forma moderada, reduce la probabilidad de desarrollar cáncer de hígado y colorrectal, uno de los tipos más frecuentes y con mayor mortalidad entre la población mundial.