Desde hace años, incluso antes del gobierno de Donald Trump, los Estados Unidos tienen como una de sus prioridades reducir el fujo de migrantes ilegales hacia su territorio. Un profesor universitario propone un plan drástico para cumplir con ese objetivo.
Richard Feinberg, un profesor de política económica internacional en la Universidad de California San Diego, lanza una idea audaz: que EE.UU. incluya a los países de la cuenca del Caribe en su plan económico doméstico.
Esto significaría sumar desde México hasta Centroamérica y Colombia a las iniciativas de Biden para mejorar la infraestructura, digitalización, enseñanza y entrenamiento laboral de EE.UU., explica en una entrevista Feinberg, quien dirigió los asuntos interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante el gobierno de Bill Clinton (1993- 1996).
Lo que recomiendo es una serie de políticas que fomenten el trabajo con países de Centroamérica y el Caribe, tanto de interés de EE.UU. como de la región: más crecimiento económico distribuido más equitativamente e instituciones más fuertes, vibrantes y democráticas.
¿No está haciendo eso EE.UU.?
El gobierno de Biden apenas lleva 100 días, es muy pronto. Lo que ha sugerido es un programa de asistencia exterior más o menos tradicional a los países del Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) de unos US$4.000 millones en cuatro años. Por supuesto, tienen que definir qué es lo que van a pedir y pasar por el Congreso.
El gobierno de Biden está de acuerdo con muchos análisis académicos que dicen que el principal problema en el Triángulo del Norte y en otros países en desarrollo tiene que ver con la calidad del gobierno: no representa bien la población, las instituciones son débiles, no pueden implementar políticas y una gran cantidad de dinero desaparece en los bolsillos de funcionarios y políticos corruptos.
El gobierno de Biden quiere centrarse más en esos problemas. Yo podría estar de acuerdo, pero no creo que eso sea suficiente dada la profundidad de los problemas que vemos en algunos de los países de la región. Entonces, sugiero un enfoque completamente diferente.
¿Y qué propone?
Lo que propongo es que el gobierno tome muchos de los programas que se están diseñando principalmente para la economía doméstica y los extienda por toda la cuenca del Caribe.
Por ejemplo, el gobierno ya ha dicho que muchos programas que tienen que ver con el cambio climático y las energías limpias también deberían aplicarse a la cuenca del Caribe, para tratar de alejar a los países de los hidrocarburos, invertir más en fuentes de energía limpia.
Eso también es cierto para la digitalización. Centroamérica y el Caribe han avanzado drásticamente en términos de acceso a internet, pero queda mucho camino por recorrer a menudo en pueblos más pequeños de las zonas rurales, como pasa en EE.UU.
De manera similar en infraestructura: carreteras, puertos, aeropuertos… Tal como estamos haciendo en EE.UU., podríamos ayudar a financiar proyectos en Centroamérica y el Caribe.
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