Después de 14 meses de pandemia, la ciencia continua investigando y aprendiendo sobre el Sars-CoV-2. Se han descubierto nuevas detalles sobre la pérdida del olfato, uno de los síntomas más comunes entre las personas que han padecido Covid-19.
Según este nuevo trabajo, publicado en la revista Science Translational Medicine, el SARS-CoV-2 puede infectar las células de la mucosa olfativa y permanecer ahí hasta al menos seis meses, lo cual explicaría la persistencia de la anosmia en pacientes ya recuperados de la infección.
"La fisiopatología de los trastornos neurológicos con la covid-19 sigue siendo poco conocida. La disfunción olfativa y gustativa es común en covid-19, especialmente en pacientes con síntomas leves", explican los investigadores, que han realizado un estudio virológico, molecular y celular del neuroepitelio olfatorio de siete pacientes con covid-19 que presentaban pérdida reciente del olfato y de otros cuatro con anosmia persistente (entre tres meses y medio y seis meses y medio después de la infección, aproximadamente). En total, once casos, todos de covid-19 leve.
El artículo presenta evidencia de que el neuroepitelio olfatorio -que constituye el 1,25% de la mucosa nasal y cubre un área de 8-10 cm² de la parte superior del tabique nasal y los cornetes superiores- puede ser "un sitio importante de infección por SARS-CoV-2 con múltiples tipos de células, incluidas las neuronas sensoriales olfativas, las células de soporte y las células inmunes, que se infectan".
La replicación del SARS-CoV-2 en el neuroepitelio olfatorio se asoció con inflamación local, prosiguen los investigadores, que han demostrado también que el SARS-CoV-2 indujo anosmia aguda y ageusia -pérdida del gusto- en hámsteres sirios dorados, "síntomas que se alargaron mientras el virus permaneció en el epitelio olfatorio y el bulbo olfatorio".
Finalmente, las muestras de mucosa olfativa de los pacientes analizados con anosmia asociada a la covid-19 persistente revelaron la presencia de transcripciones del virus y de células infectadas con SARS-CoV-2, además de una inflamación prolongada, y como reza el artículo.
"La persistencia del SARS-CoV-2 y la inflamación asociada del neuroepitelio olfatorio pueden explicar los síntomas prolongados o recurrentes del covid-19 como la pérdida del olfato, que deben considerarse para el tratamiento médico óptimo de esta enfermedad", han concluido los investigadores.
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