Construir una relación de pareja basada en la confianza, en la responsabilidad y en el apoyo mutuo es fundamental para vivir una experiencia saludable porque no se trata de que sea perfecta, sino de que exista un compromiso compartido y afectivo.
Por esta razón, la psicóloga sanitaria, Alba Reina Merino, ofrece a 20minutos una serie de recomendaciones para adoptar hábitos saludables en pareja y para que una relación perdure en el tiempo.
1. Confianza y respeto, claves para evitar la toxicidad
Dos aspectos imprescindibles y comunes en todas las parejas duraderas son la confianza y el respeto mutuo. En este sentido, "la confianza es algo propio, aunque también sea algo que la otra persona te ofrece, hasta cierto punto". Por tanto, es importante construirla porque, de lo contrario, "aparecerán pensamientos rumiantes, celos u otros aspectos negativos que terminan en toxicidad", señala la experta en psicología.
Por tanto, es muy importante "trabajar esta confianza propia y en la pareja" y aceptar que puede haber momentos en los que se produzcan desacuerdos. Así, en momento en el que sentimos que la otra persona está haciendo algo que puede quebrar nuestra confianza "hay que hablar desde nuestro propio sentimiento" y no desde la agresividad o el reproche.
2. Aceptación, adaptación y flexibilidad
No estar de acuerdo en una determinada situación puede originar problemas en la pareja, pero a su vez puede convertirse en una oportunidad para conocerse mejor, enriquecerse y aprender conjuntamente. Sin embargo, la aceptación y la flexibilidad también tienen que tener límites "porque hay conductas muy tóxicas" y hay barreras que no se pueden traspasar.
Lo importante es que dicha aceptación "no se convierta en un arma de doble filo". Por lo tanto, "tienes que valorar si esa persona está trabajando en un determinado problema contigo y si te sientes bien". En este sentido, hay que ser conscientes de "cómo es la otra persona", pero también "de lo que buscas en una pareja y en una relación".
3. La comunicación, sobre todo de los miedos
Establecer una buena comunicación, asertiva y responsable, es fundamental para adoptar hábitos saludables en una relación. Por eso es muy importante la comunicación de los miedos. "En ocasiones puedes tener una idea en la cabeza, que normalmente es un miedo, como por ejemplo: ‘me está engañando’". Pero, ¿cómo se debería expresar? Una pauta asertiva sería poder comunicar cómo te sientes ante determinadas circunstancias y cuáles son esos temores.
"Te puedes comunicar muy bien, contar a tu pareja todo lo que haces, pero el miedo te lo sigues guardando y es lo que más desequilibra. De hecho, puede desembocar en conductas o comportamientos nada sanos", señala. Por ejemplo, "si yo tengo miedo de que me sea infiel y veo una actitud que podría confirmarme ese miedo puedo reaccionar guiada por la emoción". Si se cuida esa confianza y respeto en la pareja y somos conscientes de estos sentimientos, la idea es comunicarse fortaleciendo la escucha activa, la empatía y el interés.
Por otro lado, hay que tener en cuenta las habilidades sociales, sobre todo ante un posible conflicto "porque una relación puede tener conductas abusivas sin darte cuenta". Por ejemplo, el tono de voz, mantener el respeto siempre sin descalificativos y, muy importante, la manera en la que hablamos.
"Puede no haber gritos, pero la forma de hablar ser muy agresiva, por ejemplo si dices 'es que tú no sabes, ya estás con tus cosas, siempre estás igual'". Todo esto hay que tenerlo en cuenta y establecer pautas previas. Ante un desencuentro "en el momento en el que las emociones dominen, hay que parar y retomar después, fuera del conflicto".
4. Evitar la espiral del reproche
"No es el tú haces, sino el yo me siento", indica la psicóloga Alba Reina. Dentro de la comunicación en pareja es imprescindible valorar cómo expresamos nuestros pensamientos u opiniones, esto es, "hablar desde el yo". De esta manera, hay que evitar comunicarse desde el reproche para que no sea percibido como un ataque.
Las parejas que mantienen una relación sana tienen una comunicación basada en "sus propias vivencias y emociones" y no desde lo que hace la otra persona. Pensar que "esto es algo mío que estoy sintiendo, me está afectando por algún motivo y hay que comunicarlo" para que la otra persona sepa cómo te sientes realmente.
5. No juzgar ni presuponer los sentimientos
Cuando uno de los miembros de la pareja te está expresando sus inquietudes, miedos o sentimientos, hay que ser capaces de escuchar desde el respeto sin someter a juicios de valor. "Esto puede costarle mucho a tu pareja" por lo que la actitud tiene que ser de entendimiento. No juzgar y apoyar". De lo contrario, si no se siente entendida, "puede que no vuelva a compartir ese miedo y se lo guarde".
6. Responsabilidad afectiva
Esta es una de las claves para que la relación no se vuelva tóxica. Dicha responsabilidad implica tener "un papel activo" y mantener un compromiso entre ambos. "Yo no puedo querer por dos, no puedo trabajar por dos y no puedo responder por dos", detalla la psicóloga como premisa. Por tanto, ser conscientes de que los actos que realice una persona dentro de una relación afectarán positiva o negativamente en la otra.
Entonces, resulta necesario plantear previamente todas las dudas, establecer acuerdos y comunicar las necesidades de cada uno para ser responsables de nuestros actos y construir una relación basada en la equidad.
7. Mantener tus espacios individuales y cuidar el amor propio
Otro aspecto relevante para una relación sana y duradera es establecer espacios individuales para evitar el exceso de dependencia emocional. “Dentro de nuestra independencia, hasta cierto punto eres dependiente, el problema es cuando pasas una barrera”. Por eso, "resulta fundamental tener nuestras parcelas, hobbies, cuidar las relaciones sociales y, sobre todo, a nosotras mismas".
Si al final únicamente te centras en la parcela de tu pareja, "te acabas descuidando a ti misma también". Algo que puede incluso afectar a la autoestima porque al tener más espacios "te sientes más capaz, recoges el feedback de tu alrededor, aprendes y aumenta el reconocimiento personal". En cambio, "si todas tus ideas, esperanzas o expectativas las viertes en una única persona y solo tienes ese foco, resultará perjudicial para ti y para el futuro de la pareja", aclara.
8. Evitar la idealización del amor y de la pareja
Esto es algo que puede ocurrir, sobre todo, al comienzo de una relación. Durante la fase del enamoramiento se puede producir esa tendencia a la idealización, el problema es que "no lo haces humano, no ves los fallos". Se idealiza "por todo el tema del romanticismo y después llega la fase de desencanto".
Ver cómo la queremos ver o crear expectativas irreales sobre esa persona y sus virtudes puede desencadenar episodios de frustración y desequilibrio emocional. En este punto es realmente importante "la comunicación, la confianza y las habilidades sociales".
9. Interés conjunto en el plano sexual
Saber qué te gusta a ti y qué le gusta a tu pareja. "La satisfacción tiene que estar equilibrada porque tiene que haber comodidad en todo momento y, por eso, la comunicación es tan importante en el ámbito sexual".
Para tener relaciones saludables debe existir una comunicación y un interés recíproco por saber qué busca, qué quiere o qué le gusta a la otra persona sin que se convierta en un tema tabú del que hablar. Aquí entra en juego de nuevo la responsabilidad afectiva, esto es, "el compartir tus inquietudes con tu pareja, investigar y buscar juntos" nuevas experiencias.
10. Tiempo de calidad y proyectos de futuro
Otra de las características de las parejas que construyen una relación basada en la confianza y en la comunicación es que tienen puntos en común y proyectos para el futuro, además de sus espacios individuales. “Construir algo juntos y sentirse activo ayuda más al compromiso de una pareja para construir también el amor sano”. También es importante cuidar la relación, hacer planes juntos y mantener una actividad común para que no se acabe desgastando.
Fuente: 20minutos.es