Creador de más de 500 canciones de su autoría y algunas en coautoría de su mejor amigo, Erasmo Carlos, Roberto Carlos se ha colocado como uno de los cantantes que más discos ha vendido en el mundo, 150 millones. Eso lo ubica delante de The Beatles, por lo que tanto en Brasil como en el resto de América Latina, es nombrado como “El Rey de la Música Latina”.
Listín Diario publica una reseña de este gigante de la música en la antesala de su cumpleaños 80.
Roberto Carlos Braga Moreira nació en Cachoeiro de Itapemirim, Espírito Santo (Brasil), el 19 de abril de 1941; y fue en su localidad natal donde aconteció un suceso que marcaría su vida: cuando tenía seis años, fue atropellado por una locomotora y, como consecuencia del accidente, le fue amputada parte de una pierna, por lo que el cantautor se vio obligado a llevar una prótesis.
Sin embargo, ni este hecho traumático ni la timidez que le caracterizaba impidieron que pronto empezara a destacar por sus dotes musicales, interpretando en la radio canciones de alguno de sus referentes musicales.
En la adolescencia se trasladó a Río de Janeiro, donde empezó a actuar en diferentes formaciones musicales y conoció al compositor Erasmo Carlos, compañero musical del brasileño en los mejores años de su carrera.
En sus inicios discográficos, a finales de los años 50, probó con la bossa nova, género que había convertido a João Gilberto en un fenómeno mundial, pero con el que Roberto Carlos no consiguió triunfar, algo que sí consiguió con el pop y el rock gracias a su participación en diferentes programas de televisión durante la década de los años 60.
Esto convirtió a Roberto Carlos en todo un ídolo para las jóvenes brasileñas y en uno de los principales referentes de la ‘Jovem guarda’, movimiento cultural influido notablemente por el rock y el ‘fenómeno Beatle’ que arrasó a nivel mundial a mediados de aquella década y que fue rechazado por la juventud más comprometida que en aquel momento reivindicaban la música popular brasileña.
El punto de inflexión de la carrera del cantautor brasileño lo marcó el prestigioso Festival de San Remo, uno de los principales eventos musicales del mundo, en el que Roberto Carlos resultó vencedor en 1968 con ‘Canzone per te’, aunque sería otra canción en italiano, ‘Gatto nel blu’, la que acabaría siendo uno de los emblemas de su carrera, sobre todo cuando en 1972 publicó su versión en español.
La victoria en el Festival de San Remo convirtió de inmediato a Roberto Carlos en uno de los principales iconos de la canción romántica, condición que la leyenda de la música brasileña mantiene hasta la actualidad, como mostró con su último disco, ‘Amor sin Límites’, publicado en 2019, y que incluye diez canciones en español, entre ellas ‘Esa Mujer’, que canta a dúo con Alejandro Sanz.
Si en los años 60 fue polémica su tibieza ante el golpe de Estado militar en Brasil en 1964, en los últimos años también lo ha sido su apoyo al actual presidente Jair Bolsonaro, y a lo largo de su trayectoria otros asuntos como el veto a versiones de algunas de sus canciones o su respaldo a la censura de la película ‘Je vous salue Marie’, de Jean-Luc Godard, en 1986.
Ya en 1980 sus convicciones religiosas y su trastorno obsesivo compulsivo (TOC) (el mismo por el que sólo viste de azul y blanco) le habían llevado a negarse a grabar la canción ‘Se eu quiser falar como Deus’, que le había compuesto Gil, porque la letra contenía palabras como “diablo” y “horrible”, según cuenta el historiador Paulo César de Araújo en la biografía sobre el cantante, que les llevó a una larga batalla judicial.
“El TOC me lleva a ser un hombre paciente, exigente y muy detallista con las cosas que hago. Corrijo y repito las veces que sean necesarias hasta quedar satisfecho, por eso creo que ese problema a veces ayuda”, ha manifestado el artista al respecto.
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