La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en que no hay evidencia que vincule esta vacuna con la aparición de coágulos de sangre, razón por la que varios países europeos decidieron frenar su aplicación.
Los expertos de seguridad en vacunas de la OMS se reúnen este martes para analizar este caso.
También este martes se reunió la Agencia Europea de los Medicamentos (AEM), que dijo estar "firmemente convencida" de que los beneficios de la vacuna son mucho mayores que los riesgos.
La AEM reiteró que "no hay pruebas" de que la vacuna cause los coágulos, y su presidente, Emer Cooke, dijo este martes que el ente mantiene su decisión de aprobar la inyección.