"Dejé de actuar para no hacer películas de mierda". Con estas rotundas palabras resumió Eddie Murphy su parón de seis años en el ámbito de la interpretación. Lo contó en su última entrevista para el podcast WTF, presentado por Marc Maron, con quien charló este lunes con motivo de la secuela de El príncipe de Zamunda, en Amazon Prime Video. Hace 30 años, esta ficción le hizo ganarse los aplausos del público. Ahora busca recuperarlos. Y más aún tras el listado de escándalos que acumula desde la entrada de siglo, los cuales han manchado su carrera.
El actor, que se prepara para dar la bienvenida a los 60 años, vio cómo su trayectoria cinematográfica, tan halagada entre los años 80 y 90, decaía a medida que aumentaban sus polémicas en el plano personal. Y es que, más allá de sus habituales arranques de humor, Murphy no ha tenido una vida fácil. Cuando era un niño fue abandonado por su padre, que después fue asesinado a puñaladas por una amante. Por aquel entonces, su madre se recuperaba de una tuberculosis, pero su pareja era un alcohólico. Pasados los años, el artista rescató este episodio de su vida para hacer chistes sobre ello en sus monólogos.
Defensor del poliamor, Murphy también se burló de las mujeres y de la población LGTBIQ+. "Si veis que me muevo mucho es para que los maricones no me miren el culo. Las tías salen con sus amigos maricas, les dan besos y luego me quieren besar a mí, repartiendo el sida por ahí", llegó a expresar en una de sus controvertidas actuaciones, lo que le puso en el punto de mira.
El rostro de Entre pillos anda el juego (1983) o Dreamgirls (película por la que estuvo nominado a un Oscar en 2011), tiene diez hijos, fruto de cinco relaciones distintas (algunas en paralelo): con Paige Butcher, su última pareja, tuvo a Izzy Oona y Max Charles, los más pequeños, de dos y cuatro años respectivamente. Su hijo más mayor es Eric, de 31 años, cuya madre es Paulette McNeely. Bria, que nació el mismo año, es la primera de sus cinco hijos junto a su exesposa Nicole Mitchell, con quien dio la bienvenida a Myles, de 28 años, Shayne, de 26, Zola, de 21, y Bella, de 19. Por su parte, Christian, de 30 años, nació a raíz de su relación paralela con la directora de casting Tamara Hood.
Fue durante su matrimonio con Nicole Mitchell cuando el actor atravesó el escándalo más conocido de su trayectoria: en 1997, fue detenido en su coche con una mujer transexual en una zona de West Hollywood conocida por la afluencia de prostitución homosexual. El actor fue puesto en libertad.
Más tarde, llegó a un consenso con la revista National Enquirer después de una denuncia millonaria. Dicho medio había pagado los 15.000 dólares de la fianza para obtener el titular 'La vida sexual secreta de Eddie Murphy. Su fulana travesti lo cuenta todo'. Asimismo, este escándalo no les importó al resto de sus parejas, entre ellas, Mel B, ex Spice Girl. Tras su romance, se quedó embarazada, pero el intérprete rechazó la paternidad y exigió una prueba de ADN que corroboró la versión de la cantante. En 2010, la pequeña conoció a sus hermanos.