Shaquille O'Neal es mucho más que una leyenda del baloncesto. El ex jugador de los Lakers, entre otros muchos equipos de la NBA, es el showman perfecto.
Su tamaño y agilidad es solo el complemento perfecto a un carisma arrebatador y un sentido del espectáculo único. Algo que le ha ayudado a mantenerse relevante una vez que decidió colgar las botas en 2011.
Desde entonces, Shaq ha mostrado sus muchas facetas. Empresario, DJ, padre de familia, policía... Diesel ha hecho de todo, aunque su aspecto más conocido es el de analista deportivo para el canal estadounidense TNT. Junto a otro ilustre de las canchas ya retirado, Charles Barkley, el ex pívot ha convertido el programa Inside the NBA en uno de los más famosos de todos los que cubren la liga de baloncesto norteamericana.
Pero Shaq siempre quiere más. Por eso, el cuatro veces campeón de la NBA no ha dudado en aceptar un nuevo reto en su carrera y pasarse al wrestling. Un espectáculo con el que coqueteó durante sus años en activo, pero con el que, ahora sí, puede comprometerse al 100% sin miedo a que una lesión le pudiese afectar al baloncesto.
Así, aprovechando que TNT tiene su propio show de lucha libre, All Elite Wrestling, Superman se dejó caer por allí para retar a la cara más reconocible de la compañía: Cody Rhodes. Y Shaq fue con todo.
A diferencia de otras personalidades, que asoman a menudo al mundo del wrestling con el afán de promocionar otro producto, el ex jugador de baloncesto se involucró en un combate al completo. Siendo parte activa del mismo y dispuesto a recibir alguno de los golpes más dolorosos. Porque si en la lucha libre los combates están más o menos coreografiados y los resultados se determinan de antemano, lo cierto es que los impactos son reales.
Si decíamos que Shaq es el showman perfecto es porque conoce a su audiencia como nadie. Sabe qué hacer en cada momento. Así, O'Neal se metió a los aficionados al bolsillo en seguida, ejecutando una powebomb sobre Cody al momento que, en la preparación del movimiento, realizaba un pequeño homenaje a Brodie Lee, un wrestler de AEW muy querido que ha fallecido recientemente, al lanzar un beso al tendido con las dos manos, tal y como él hacía.
Este tipo de detalles, que normalmente pasarían desapercibidos para el espectador ocasional, resultan muy valorados por el fan acérrimo, por considerarse un guiño de respeto a una disciplina, el wrestling, normalmente vilipendiada por su naturaleza performática, más cercana a las artes escénicas que al deporte profesional.
Tras ello, decimos, Diesel lo tenía todo de cara. Sin embargo, decidió ir más allá y cerrar el combate con un climax normalmente reservado a wrestlers entrenados para ello: atravesar una mesa con su cuerpo. Situado en la parte exterior del ring, Shaq recibió el impacto de Cody por encima de las cuerdas y lanzó su enorme figura, a la que hay que sumar al bueno de Rhodes, contra unas mesas estratégicamente situadas para amortiguar el golpe.
Como no podía ser de otra forma, las mesas cedieron ante el peso conjunto de ambos colosos protagonizando así uno de los tropos más celebrados del wrestling profesional.
Al final del corte, se puede ver como O'Neal golpea en la espalda de Cody para indicarle que todo ha ido bien. Una vez más, aunque es evidente que se trata de una maniobra coordinada, sería de necios negar el riesgo que supone atravesar una mesa de madera con tu cuerpo mientras cargas con otra persona.
si bien el exbasquetbolista consiguió la victoria, ello no impidió que terminara en el hospital para ser revisado por un tremendo KO.
Fuente: Yahoo Deportes