Es un proyecto histórico, como aseguran desde la Agencia de la Energía de Dinamarca –dependiente de su Ministerio de Clima, Energía y Servicios Públicos–: Dinamarca va a construir una isla artificial en el Mar del Norte que será un centro de energía limpia.
Se ubicará a 80 kilómetros de la costa de la península de Jutlandia y será de propiedad público-privada. El centro, informan, fortalecerá la integración de las redes eléctricas europeas y aumentará la producción de electricidad renovable necesaria para una Europa climáticamente neutra.
Este país ha establecido el año 2050 como el último para extraer petróleo y gas del Mar del Norte. El acuerdo para construir esta isla de energía limpia es un paso más en la transición verde. Lo califican como uno de los proyectos insignia del Gobierno –podemos confirmar que Birgitte Nyborg, la primera ministra danesa en la serie Borgen, es sólo ficción– y aseguran que producirá cantidades nunca vistas de electricidad verde, tanta como para “cubrir el consumo de 10 millones de hogares europeos”.
“Es un momento verdaderamente importante para Dinamarca y para la transición verde global. Esta decisión marca el comienzo de una nueva era de producción de energía sostenible en Dinamarca y en el mundo y vincula objetivos climáticos muy ambiciosos con crecimiento y empleos verdes. El centro energético en el Mar del Norte será el proyecto de construcción más grande en la historia de Dinamarca”, apuntó el ministro danés de Clima, Dan Jørgensen.
Una isla que será una planta de energía en alta mar
El centro de energía, exponen, servirá como una planta de energía en alta mar, que recolectará y distribuirá electricidad verde de cientos de turbinas eólicas que rodean la isla directamente a los consumidores en los países que rodean el Mar del Norte. Se espera que la isla tenga una superficie total de al menos 120.000 metros cuadrados y en su primera fase podrá proporcionar energía verde a 3 millones de hogares europeos. El Estado será el propietario de la mayor parte de la isla, pero las empresas privadas, subrayan, “serán cruciales para que el proyecto alcance todo su potencial comercial y en cuanto a innovación, flexibilidad y rentabilidad”.
“Estamos en los albores de una nueva era para la energía. El año pasado, Dinamarca fijó una fecha límite para la extracción de combustibles fósiles. Hoy damos un paso decisivo hacia un futuro de energías limpias. La UE se ha puesto como objetivo la neutralidad climática para 2050 y la Comisión marca 300 GW de energía eólica marina para lograrlo. Al construir el primer centro energético del mundo con una capacidad potencial de 10 GW, Dinamarca contribuye significativamente a este ambicioso reto. No solo expandiendo drásticamente la producción de energía renovable, sino también proporcionando a nuestros vecinos europeos una gran cantidad de este tipo de energía”, señaló Jørgensen.
La ambición a largo plazo, concretan, es poder almacenar electricidad verde en la isla, convertirla en combustible verde líquido y enviarla a través de cables submarinos a Dinamarca y los países vecinos.
Fuente: 20minutos.es