El pasado 29 de septiembre la cantante Mariah Carey lanzó su autobiografía, The meaning of Mariah Carey (el significado de Mariah Carey). En dicha publicación revela detalles íntimos de su crianza y su disfuncional familia.
Al parecer, tanta sinceridad no le ha sentado bien a su hermana mayor, Alison Carey, de 59 años, que ha demandado a la cantante por 1,25 millones de dólares (algo más de un millón de euros) en la Corte Suprema de Manhattan. La mujer alega que las memorias le han causado una “inmensa angustia emocional”. Entre otras cosas, Carey desvela en su publicación un matrimonio opresor, violencia familiar y también habla del trastorno bipolar que padece.
Alison Carey, según los documentos legales publicados por el portal TMZ, argumenta en su reclamación que “se sintió profundamente dañada” por las declaraciones de su hermana Mariah y acusa a la artista de inventarse historias “para promover las ventas de su libro” sin aportar “evidencias para sustentar” sus afirmaciones. Alison habla en su demanda de "humillación desalmada, despiadada, vengativa, despreciable e innecesariamente pública".
En el libro, Mariah achaca a Alison que cuando ella tenía 12 años le arrojó una taza de té hirviendo que le causó quemaduras de tercer grado. Alison asegura que estas afirmaciones son falsas y su hermana la acusa en falso “sabiendo el daño que me causaría”. La hermana de la cantante asegura que la estrella no ha tenido en cuenta su precario estado de salud, asegura que sufre trastornos digestivos, problemas en la columna y una lesión cerebral que le causa problemas de visión y de memoria a corto plazo, como consecuencia del ataque que sufrió en el 2015, un incidente que aún no se ha resuelto y del que se desconocen los autores.
La relación entre ambas hermanas siempre ha sido complicada y dejaron de tener contacto en los años noventa. Cuando sus padres se divorciaron, tras numerosos episodios violentos, la diva permaneció con su madre y Alison creció junto a su padre. Aunque padre e hija se llevaban bien, su adolescencia fue problemática: se quedó embarazada a los 15 años y empezó a drogarse. Además, fue diagnosticada de VIH y de diversos trastornos mentales.
En su biografía, Mariah relata que “cuando era pequeña había desarrollado el instinto de sentir cuando se avecinaba la violencia”. “Me di cuenta de que cuando los gritos de los adultos alcanzaban cierto tono, debía ponerme a cubierto”. La estrella relata varios episodios de violencia física y se detiene en uno especialmente violento de su hermano hacia su madre que la obligó a llamar a un amigo de la familia para pedir ayuda. Cuando llegó la policía recuerda cómo uno de los agentes la miró y dirigiéndose a su compañero le dijo: “Si esta niña lo logra, será un milagro”. Ella tenía 6 años.
En el libro, la estrella del pop asegura que Alison la había drogado cuando era niña, que otro de sus hermanos la maltrataba físicamente y que uno de los novios de su madre amenazó con matarla cuando ella decidió dejar la relación. En concreto, en un capítulo titulado Dandelion Tea, Mariah revela que cuando ella tenía 12 años su hermana, entonces de 20 años, la drogó y la dejó subirse a un coche con el novio de otra de sus hermanas que estaba armado. "Mi hermana me drogó con Valium, me ofreció una uña del dedo meñique llena de cocaína, me provocó quemaduras de tercer grado y trató de venderme a un proxeneta”, cuenta en el libro donde añade que sus hermanos y su propia madre la trataban como “un cajero automático con peluca” cuando empezó a ser famosa.
Alison ha pedido ayuda a su hermana en varias ocasiones, como en agosto del 2016, cuando afirmó que estaba enferma y que necesitaba dinero para someterse a dos operaciones, una cerebral y otra en la columna vertebral. “Mariah, te quiero y necesito tu ayuda. Por favor, no me abandones”, le dijo en un vídeo. Pero la cantante se negó a darle dinero alegando que ya había gastado miles de dólares para ayudarle. Cinco meses más tarde Alison fue detenida por prostituirse.
Dos años después, los medios estadounidenses encontraron a Alison en Kingston, Nueva York, sumida en la pobreza. Llegó a vivir en la calle y después de ser atacada con un bate de béisbol y perder parte de su dentadura, pidió de nuevo ayuda a Mariah, que otra vez le dijo que no.
No es la primera vez que Alison Carey denuncia a un familiar. El pasado agosto, demandó a su propia madre por supuestos abusos sexuales en rituales satánicos con desconocidos cuando solamente tenía 10 años. En la denuncia contra su famosa hermana de nuevo vuelve a representarse legalmente a sí misma, por lo que, si el asunto llega a juicio, podría tener dificultades para demostrar que su poderosa hermana “usó maliciosamente su figura pública” para atacarla sabiendo que se encuentra en una situación económica muy complicada, “con el único fin de generar titulares sensacionalistas que describen situaciones espeluznantes encaminadas a promover las ventas de su libro”.
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