El reconocido actor, Bruce Willis, fue echado de un local en la ciudad estadounidense de Los Ángeles por negarse a usar una mascarilla, informó el sitio Page Six.
De acuerdo a la publicación, la gente dentro de la tienda se molestó porque el actor, de 65 años, no se cubría la nariz y la boca pese a tener un pañuelo alrededor del cuello, que podría haber levantado fácilmente.
La estrella de “Duro de matar” fue fotografiada por los paparazzi saliendo del local sin protección.
Willis envió un comunicado a la revista People tras la repercusión de las fotografías, donde ha pedido perdón: "Fue un error de juicio”. Además, ha querido añadir un mensaje a favor de preservar la salud pública: “Manteneos todos seguros ahí fuera y sigamos con las mascarillas", remarcó tras lo ocurrido.
El condado de Los Ángeles, epicentro de la pandemia de coronavirus en California, ha superado las 10.000 muertes por COVID-19.
El lunes el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, recibió su segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19. Tanto el futuro mandatario como su esposa, Jill, habían recibido el 21 de diciembre la primera dosis del inoculante desarrollado por Pfizer en el hospital ChristianaCare en Newark, Delaware, estado donde tiene su búnker de transición. En ese momento dijo a sus compatriotas que “no había nada de qué preocuparse” e instó a los ciudadanos a seguir cuidándose cumpliendo con el distanciamiento social.
La campaña de inmunización en los Estados Unidos ha tenido un arranque lento. De las casi 25,5 millones de dosis distribuidas, aproximadamente 9 millones han sido administradas — apenas un poco encima del 35% —, de acuerdo con la última actualización de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.