Yuri, María del Rocío y Dinia son parte de las 1900 madres de niños y niñas entre los cero y tres meses de edad que concluyen hoy a primera etapa del programa “Mis Primeras Huellas”, desarrollado por el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) para fortalecer su rol protector y diligente con el fin de garantizar una mejor calidad de vida y el desarrollo integral de sus hijos e hijas.
Mis Primeras Huellas, fue desarrollado entre agosto y diciembre, de manera virtual a través de WhatsApp. Consistió en el envío de cápsulas informativas de especialistas sobre formación en derechos, el nacimiento como un acontecimiento familiar, el apego, la estimulación temprana, la lactancia, los cuidados del bebé, las visitas al doctor y el desarrollo integral.
Para cada cápsula, las participantes debían realizar una actividad (foto, texto, video, audio y otras) en la que demostraran el aprendizaje y enviarla por la misma vía a cada Junta de Protección a la Niñez y la Adolescencia. Una vez concluida las sesiones y las evidencias, el PANI entrega a cada madre una cuna, ropa y productos de cuidado e higiene para generar un ambiente seguro para la atención de sus bebés.
La Ministra de la Niñez y la Adolescencia, Gladys Jiménez Arias compartió que “Los primeros meses de vida de un niño o niña son cruciales para su desarrollo integral, en esa etapa inicial de vida se trazan las huellas de la primera infancia. Es una etapa en la que dependen totalmente de las personas adultas que tienen a cargo la guarda, la crianza y la educación, y de las que se espera un comportamiento diligente y protector de padres, madres y personas cuidadoras”.
Por eso en el PANI, a través de las Juntas de Protección a la Niñez y la Adolescencia (JPNA), acompañamos a padres y madres en este proceso, para que esas primeras huellas que quedan en nuestros hijos e hijas estén cargadas de buenos momentos y grandes aprendizajes.
Queremos que las preocupaciones que vienen acompañadas de carencias económicas y afectivas puedan ser compensadas con el acompañamiento oportuno, diligente e interinstitucional, para lograr una crianza positiva y respetuosa de los derechos de cada niño y niña, agregó la Ministra.
Las 1900 participantes del programa son mujeres en estado de embarazo de 32 semanas o más y madres de bebés de cero a tres meses de edad, que provienen de familias en condición de vulnerabilidad social y económicas de 739 cantones y los distritos de Hatillo, San Miguel, Paquera y Cariari.
En su primera etapa, Mis Primeras Huellas, promueve que padres, madres y encargados cuenten con conocimiento sobre el cuidado y crianza responsable por medios tecnológicos y con recursos materiales (necesarios ante la crisis del COVID-19). En una segunda etapa, se fomenta la atención integral a las familias mediante la articulación de los servicios y programas de las instituciones que conforman el Subsistema Local de Protección.