11. El alfa, por Mogens Trolle, Dinamarca
De todas las especies de primates que ha fotografiado Mogens, el mandril ha demostrado ser la más difícil de alcanzar. Esto hizo que la experiencia de sentarse junto a este impresionante alfa, mientras observaba fuera aún más especial. Cuando un macho se vuelve alfa, sufre cambios físicos que acompañan a un aumento en los niveles de testosterona, y esto hace que los colores de su hocico se vuelvan mucho más brillantes. Con la pérdida de estatus, los colores se desvanecen. Mogens usó un flash para realzar los colores vivos y las texturas contra el fondo oscuro del bosque.