Está demostrado que una mala salud oral afecta directamente a la salud general, pues incrementa el riesgo de sufrir enfermedades sistemáticas y puede originar complicaciones cardiacas, pulmonares, problemas en el embarazo o, por ejemplo, empeorar una diabetes.
Además, las bacterias responsables de las enfermedades orales pasan al torrente sanguíneo a través de pequeñas arterias y pueden provocar enfermedades más graves como cardiopatías, enfermedades respiratorias o renales. Por todo ello, una boca sana es una gran aliada para hacer frente e, incluso, prevenir muchas de estas complicaciones. Y la COVID-19 también es una de ellas.
Con el objetivo de hacer llegar a la población la información más relevante sobre los problemas bucodentales que pueden desarrollarse a raíz de la aparición del coronavirus, de una forma más visual y accesible, se ha publicado 'La boca en tiempos de COVID-19'.
"Una de las principales vías de entrada del coronavirus SARS-CoV-2 es la mucosa oral. En estos momentos, con más motivos que nunca, cuidar de nuestra salud oral es una prioridad. Por ello, desde el Consejo General de Dentistas y la FDE lanzamos esta guía" afirma el doctor Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas y la FDE.
Efectivamente, la boca es, junto a la nariz y los ojos, una de las principales vías a través de las cuales el coronavirus puede acceder a nuestro organismo. Si no cuentan con una buena salud oral, los pacientes que sufren esta enfermedad pueden tener un diagnóstico peor. Por ejemplo, todos aquellos que requieren ventilación mecánica pueden desarrollar una neumonía por aspiración y se ha comprobado que los pacientes que presentan una boca enferma tienen mucho mayor riesgo de desarrollarla. Por su parte, el acúmulo de biofilm oral derivado de una higiene ineficaz origina inflamación a nivel gingival, lo que puede desencadenar mayores complicaciones en pacientes con COVID-19.
Para evitar estas patologías y poder disfrutar de una buena salud bucodental hay que seguir unas sencillas pautas: acudir al dentista al menos una vez al año para una revisión o en cuanto se note alguna anomalía en la cavidad oral, llevar una dieta saludable baja en azúcar, evitar el consumo de tabaco y alcohol, y extremar la higiene oral.
Con relación a este último aspecto, los cepillos de dientes son esenciales para cuidar de forma correcta nuestra salud bucodental, pero en estos momentos de epidemia viral debemos tomar las máximas precauciones para que no se conviertan en un elemento de contaminación cruzada:
- Lavarse bien las manos antes de tocar el cepillo.
- Cepillarse los dientes durante 2 minutos, al menos, dos veces al día, con pasta dentífrica fluorada.
- Enjuagar bien el cepillo y desinfectar el cabezal con un enjuague antiséptico durante un minuto.
- Secar bien el cepillo.
- Almacenar los cepillos con el cabezal hacia arriba, cada uno en un recipiente y alejados, al menos un metro, del sanitario.
- Al finalizar, volver a lavarse las manos.
Fuente: El Diario El Mundo de España