Un estudio científico realizado por expertos de la Universidad de Colorado en Boulder (CU Boulder), Estados Unidos, postuló que la jardinería puede tener un impacto positivo y significativo en la salud.
Salir al jardín, regar las plantas y cuidar los colores de las flores son, según estos investigadores, iniciativas que colaboran en el bienestar. ¿Cómo? Entre otras cosas, reduciendo los niveles de estrés y de ansiedad.
1. LA JARDINERÍA REDUCE EL ESTRÉS
Con media hora dedicada al cultivo y cuidado del jardín se reducen los niveles de cortisol, la hormona que produce el estrés.
2. LA JARDINERÍA AYUDA A CULTIVAR LA MEMORIA
Al reducir el nivel de cortisol en el cerebro, que interfiere también en el aprendizaje y la memoria, se mejora la capacidad de recordar y de aprendizaje.
3. MAYOR CAPACIDAD DE MEDITACIÓN
La práctica de la jardinería provoca que al mismo tiempo que somos capaces de aparcar nuestros problemas diarios, tengamos la opción de practicar un modelo de meditación activa, ese punto de ideal de paz interior.
4. AUMENTA LA AUTOESTIMA
Porque cuando cuidas el jardín o una maceta con flores y ves que crecen, que cada día están más bonitas, te sientes reconfortada con la labor y eso mejora la autoestima.
5. REFUERZA TU SISTEMA INMUNOLÓGICO
La razón de que la jardinería esté relacionada con el sistema inmunológico es que si se practica en un espacio al aire libre, se recibe directamente la luz del sol y eso se traduce en vitamina D, encargada de ayudar al cuerpo a absorber el calcio, mineral que fortalece los huesos y el sistema inmunológico.
6. PRACTICAR LA JARDINERÍA AYUDA A SER MÁS OPTIMISTA
También han sido varios estudios los que han puesto de manifiesto que las personas con depresión que cuidaban las plantas durante al menos 6 horas semanales se sentían mejor. La jardinería mejora el nivel de optimismo y entusiasmo por la vida.
7. CUIDAR EL JARDÍN TE AYUDA A QUEMAR CALORÍAS Y PONERTE EN FORMA
Trabajando en el jardín durante 45 minutos quemarás aproximadamente las mismas calorías que haciendo 30 minutos de ejercicio aeróbico. En cualquier caso, cuidar un jardín implica movimiento y actividad. ¡Muy saludable!
8. OTROS BENEFICIOS FÍSICOS
Mejora los movimientos y la coordinación. Al tener que realizar tareas minuciosas como plantar semillas, desenterrar raíces, atar tallos o cortar ramitas, se realiza un trabajo que precisa destreza y coordinación. Y como generalmente se trata de movimientos muy repetitivos, se fortalecen los músculos que intervienen.
9. CUIDA LAS PLANTAS Y DORMIRÁS MEJOR
Al reducir el nivel de estrés y por el hecho de hacer una labor reconfortante, si cuidas las plantas y flores o recoges tus cultivos, conciliarás mejor el sueño.
10. SE ESTIMULAN NUESTROS SENTIDOS
Parece que una de las tareas más rudimentarias como es la jardinería, nos estimula puesto que sentimos y tocamos la tierra (que es como reconectar con ella), vemos cosas bonitas, percibimos los olores de la tierra y las flores… ¡Sal a la terraza o jardín y cuida tus plantas!
11. LLEVARÁS UNA ALIMENTACIÓN MÁS SALUDABLE
Cuidar las plantas hace que se cree una relación con el mundo vegetal y se valore todo lo que frutas y verduras nos aportan. Además, si la práctica de la jardinería está relacionado con el huerto, ¡se comen más frutas y verduras de cultivo propio!
12. LA JARDINERÍA, UNA MAESTRA PARA LOS NIÑOS
A través del cuidado de las plantas, los más pequeños pueden aprender grandes lecciones como el cuidado del medio ambiente, la importancia de los recursos, cómo se forman y de dónde vienen determinados alimentos, la necesidad de llevar una alimentación saludable.