Durante la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva, que tuvo lugar el domingo, el nuevo presidente de Brasil estuvo acompañado por una perra llamada Resistencia que vivió en la calle, pero la familia del mandatario la adoptó.
El animal callejero vivió anteriormente en Curitiba, donde el político estuvo privado de libertad y fue rescatado en 2018.
En noviembre, la esposa de Lula, Rosângela da Silva, dijo que la perra es su "amuleto". "Es todo un símbolo. Es nuestro amuleto. Fue adoptada en la vigilia, donde estuvo algunos días. Pero hacía mucho frío en Curitiba y enfermó. Y yo dije: 'Venga, Resistencia, te vienes a mi casa'. Se lo conté a él en una carta: 'Oye, tenemos una hija nueva'. La gente en la vigilia siempre decía, 'Resistencia subirá la rampa de Planalto. Así que ella estará allí", aseguró.
Negra y con el hocico peludo, Resistencia fue acogida primero por integrantes del campamento Lula livre, de militantes de izquierda que pedían la liberación de Lula en Curitiba, quien había sido preso por corrupción. Después de verla sufrir problemas respiratorios, la entonces novia del mandatario decidió llevársela a casa.