El Alzheimer es una de una de las enfermedades más complicadas de diagnosticar. En sus primeras etapas, sobre todo, cuesta identificarla correctamente y para descartar otras posibles enfermedades se necesitan una gran cantidad de pruebas.
Pero es en estas primeras fases cuando es más importante detectarla. Un diagnóstico temprano permite evitar una rápida evolución de la enfermedad. Además, detectarla a tiempo permite un mayor tiempo a los pacientes y familiares para tomar decisiones importantes, así como dejar preparados los tratamientos y cuidados y hacerse a la idea de lo que ocurrirá, ya que, desgraciadamente, no hay ninguna cura todavía para esta enfermedad.
Los signos que ponen en alerta
Lo más habitual es que el Alzheimer se detecte una vez que ya se han manifestado signos evidentes. Pero estas dificultades para diagnosticar el Alzheimer pueden reducirse gracias a los hallazgos de la Universidad de Cambridge. Un equipo de investigadores de esta institución británica ha podido demostrar que es posible ver los signos de este tipo de demencia en los pacientes con una antelación de hasta nueve años antes de recibir un diagnóstico definitivo.
El equipo liderado por el doctor Nol Swaddiwudhipong se propuso averiguar con cuánta anticipación se pueden detectar cambios significativos en el paciente – en el humor, en la memoria – que podrían ser causados por una enfermedad cerebral progresiva como el Alzheimer o el Parkinson. Los resultados se han publicado en Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association.
Los investigadores utilizaron datos del Biobanco de Reino Unido sobre voluntarios británicos de entre 40 y 69 años. Una vez analizados los perfiles, se dieron cuenta de que aquellos que no tuvieron Alzheimer tuvieron mejores resultados en pruebas relacionadas con cinco áreas específicas:
Resolución de problemas
Recuerdo de secuencias numéricas
Tiempo de reacción
Emparejamiento de parejas
Memoria prospectiva, que es acordarse de algo que se debe hacer en un futuro inmediato
En cambio, los que obtuvieron peores resultados en estas pruebas sí acabaron desarrollando esta enfermedad o una demencia frontotemporal en un periodo de entre cinco y nueve años antes de recibir el diagnóstico definitivo de demencia – con síntomas ya evidentes –. Paralelamente, estos voluntarios tenían el doble de probabilidades de haberse caído en el año anterior al diagnóstico que los participantes más sanos. También presentaban peor estado de salud general. "Cuando examinamos los historiales de los pacientes, quedó claro que mostraban algún tipo de deterioro cognitivo varios años antes de que sus síntomas fueran lo suficientemente evidentes como para motivar un diagnóstico", ha indicado Swaddiwudhipong.
Así que ante el más mínimo síntoma de confusión serio – es normal tener equivocaciones y olvidarse de algunas cosas – se debe acudir a un especialista. "Animamos a todos los que estén preocupados o noten que su memoria o su capacidad de recordar está empeorando a que hablen con su médico de cabecera", ha recomendado Tim Rittman, del Departamento de Neurociencia Clínica de la Universidad de Cambridge.
Los hallazgos de la Universidad de Cambridge abren una esperanzadora ventana a que, con más investigaciones, se pueda conseguir que las personas en riesgo de padecer Alzheimer puedan tener un diagnóstico temprano. De forma paralela, los resultados también serán útiles para determinar qué pacientes son adecuados para participar en los ensayos clínicos de nuevos tratamientos sobre esta enfermedad.
Fuente: Mundo Deportivo
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