En Perú detuvieron hace unos días a Alexandra Dayanara Oré Morales, quien desde la red de citas, Tinder, conquistaba a empresarios nacionales y extranjeros para en su primera cita doparlos y robarles grandes sumas de dinero y joyas.
La mujer planificaba con sumo cuidado cada pasa que daba para dar el golpe y contaba con el apoyo de su pareja, César Enrique Villa Torrecello, quien se encargaba de elegir los perfiles de sus víctimas potenciales.
A la mujer, de 28 años, las autoridades le pusieron el alías de 'Viuda negra', sin embargo, en las redes sociales comenzaron a nombrarla como la 'estafadora de Tinder'. Una vez que las víctimas se contactaban con Alexandra, ella comenzaba el proceso de coqueteo hasta lograr la primera cita con ellos en restaurantes lujosos.
Posteriormente, la mujer comenzaba a poner en marcha la segunda fase de su plan. Esa etapa consistía en que las víctimas la llevaran a sus departamentos. Una vez ahí, Alexandra hacia de todo para distraerlos y lograr poner en sus bebidas un poderoso somnífero y en minutos se dormían.
Una vez todo salía tal como esta planeado, la estafadora llamaba a sus cómplices, mientras que otra mujer distrae a los guardas de seguridad de los edificios y su pareja ingresaba por la cochera y subía a las viviendas para sustraer hasta 50 mil dólares que un empresario tenía en una caja fuerte.
La mujer ya era conocida cuando en 2021, las autoridades la detuvieron luego de robarle a un empresario extranjeros un reloj, cadenas y anillos de oro, después de drogarlo.
En esa ocasión Alexandra utilizó la conocida aplicación Tinder para captar al empresario, quien la citó en su departamento sin conocer cual sería el destino final de esa noche.
La mujer solía mostrar en sus redes sociales su vida de lujo sin tener ningún remordimiento.
Además, Oré Morales fue fichada por las autoridades peruanas por primera vez en 2019 y en esa oportunidad la nombraron como cabecilla de una banda criminal que se dedicaba a robar casas de zonas residenciales.
En aquella ocasión, las autoridades dieron con el modus operandi de la banda, la cual consistía en ir a casinos, la mujer enamoraba a sus víctimas y les robaba las llaves de sus casas sin que se dieran cuenta, posteriormente se las entregaba a sus cómplices, quienes ingresan a las viviendas cuando nadie estaba en ellas.
Luego de ser identificados la banda tuvo unos meses de "tranquilidad" para después volver al ruedo desde la aplicación de Tinder.
La mujer en los próximos días será derivada a la fiscalía por los delitos de hurto agravado, bajo la modalidad de "pepeo y por tráfico ilícito de drogas", por lo que se enfrenta a una pena de 15 años de prisión.
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