La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que para 2030 el número de personas con nuevos diagnósticos de cáncer en América Latina aumentará en un 32%, y cada año más de 5 millones de personas se sumarán a quienes padecen ese mal. Y para estas personas la innovación tecnológica podría ser sinónimo de esperanza.
Tres grupos de investigadores latinoamericanos han desarrollado iniciativas para contribuir al diagnóstico eficaz y el tratamiento del cáncer, proyectos que pueden ser cruciales en ese camino de innovación.
Tecnología para la detección temprana del cáncer
"Muchas veces los médicos están trabajando y están peleando contra esto [el cáncer] a ciegas, pero nosotros venimos a ofrecerles una herramienta para que ellos puedan tener información de forma continua acerca del estado del paciente, de su enfermedad”, dijo a CNN Liza Velarde, CEO y cofundadora de Delee, una empresa mexicana que desarrolló la tecnología CytoCatch para la detección temprana del cáncer y su monitoreo.
“Tener la información sobre qué es, en qué estado está, qué terapia le tengo que aplicar, cuándo cambiarla o cuándo dejarla, eso vale oro y puede ayudar a salvar muchas vidas. Al final del día, es por eso que lo estamos trabajando”, añadió Velarde.
Tanto Velarde como sus socios y cofundadores, Juan Felipe Yee y Alejandro Abarca, dijeron a la cadena CNN que han vivido muy de cerca lo que es el cáncer, por lo que decidieron enfocar su tecnología en capturar, aislar y analizar las células tumorales circulantes (CTC) —células cancerosas que se separan del tumor primario y aparecen en el sistema circulatorio— de la sangre.
Yee, director médico de Delee, explicó que CytoCatch nació ante la necesidad actual de buscar nuevas formas de hacer ensayos en sangre para obtener información más precisa con el objetivo de realizar una detección temprana y ofrecer una terapia más eficiente.
"Nuestro enfoque ahorita es demostrar el funcionamiento de la tecnología en cáncer de próstata para después expandirnos a lo que es mama, pulmón y [cáncer] colorrectal, que en conjunto esos cuatro son el 40,5% ciento de los casos diagnosticados nuevos por año a nivel mundial" dijo Yee.
“El resultado te lo podrían dar en menos de dos días. El mismo día te lo podrían dar, pero depende también del flujo de trabajo de la clínica y hospital”, añadió Yee. Por su parte, Velarde indicó que con los métodos actuales los resultados pueden tardar entre dos o tres semanas "y el problema del cáncer es que es una enfermedad de tiempo”.
Según la OPS, un tercio de los cánceres pueden diagnosticarse en etapas tempranas, lo que aumenta la supervivencia y reduce la mortalidad, así como los costos del tratamiento.
Yee explicó que esta tecnología también tiene un beneficio económico, tanto para el sistema de salud como para el paciente. "El desembolso de cada una de sus partes va a ser mucho menor si se detecta el cáncer de forma temprana. Y de ahí también derivan beneficios a familiares", dijo.
Actualmente Delee se encuentra en una campaña de microfinanciación para comenzar a comercializar su CytoCatch como una herramienta de investigación. Lo siguiente es concluir sus estudios clínicos, expandirlos a otros tipos de cáncer y finalmente, buscar la acreditación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) para que se empiece a utilizar esta tecnología de forma clínica.
Un kit de diagnóstico
En el sur del continente americano, el grupo del Laboratorio de Oncología Molecular y Nuevos Blancos Terapéuticos del Instituto de Biología y Medicina Experimental en Buenos Aires, Argentina, creó Onco-liq, un kit de diagnóstico para la detección temprana de cáncer de próstata y mama.
El cáncer de próstata es diagnosticado con mayor frecuencia en hombres de América Latina y el Caribe, y el cáncer de mama en mujeres, según cifras del Observatorio Mundial del Cáncer (OGC).
En una entrevista en el programa The Lowdown on Cancer de la organización Cancer Fund, la Dra. Marina Simian, una de las cofundadoras de Onco-liq, explicó que la innovación detrás de Onco-liq es que por medio de una muestra de sangre, que se podría incorporar al chequeo anual del paciente, se puede llegar a una detección temprana del cáncer.
"La principal ventaja de este kit es que los mi-ARN liberados del tumor al torrente sanguíneo pueden detectarse en el plasma de los pacientes incluso cuando el tumor no es detectable por otros métodos", se lee en una publicación dentro de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.
El mi-ARN o microARN son ARN pequeños no codificantes que influyen en diversos resultados biológicos y los microARN que afectan al sistema inmune, podrían ser objetivos interesantes para la inmunomodulación contra el cáncer.
Actualmente, este kit está en una fase de "prueba piloto" en un estudio que involucra a 500 mujeres voluntarias sin diagnóstico previo de cáncer. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. los resultados de esta prueba piloto estarían disponibles hacia agosto de 2023.
Veneno contra la metástasis
Inyectarle a alguien veneno puede tener efectos secundarios perjudiciales. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) creó un compuesto con veneno de alacrán capaz de evitar la metástasis, que es cuando las células anómalas se multiplican "más allá de sus límites habituales" por lo que pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o extenderse a otros órganos.
Federico del Río Portilla, investigador del Instituto de Química, explicó en la Gaceta UNAM que el compuesto no elimina las células cancerosas, pero sí evita la invasión, lo que es importante para mantener controlado al cáncer. "Lo que hace el medicamento es contener para dar tiempo a que otras moléculas puedan prepararse y derrotar al enemigo, eso es lo que hace, es un medicamento de contención”, dijo Portilla en el boletín universitario.
A lo largo de la historia, científicos han experimentado con el veneno de animales, como serpientes, abejas y escorpiones, para detener el crecimiento de células cancerosas. Sin embargo, aunque se ha encontrado una amplia evidencia sobre sus potenciales terapéuticos en el tratamiento del cáncer, todavía se necesita más investigación.
Fuente: CCN en Español