Hace unos días trascendió que el Antónov An-225, el avión más grande del mundo con sus 88,40 metros de envergadura y 84 de longitud, había sido destruido en uno de los ataques rusos al aeropuerto ucraniano de Gostomel, situado a escasos kilómetros de Kiev.
La falta de imágenes claras sobre el estado del avión hicieron albergar esperanzas de que, a pesar de los previsibles daños, el An-225 quizá podía ser restaurado. Esa confianza, sin embargo, se ha venido abajo después de que un vídeo de la cadena televisiva rusa Pervy Kanal haya revelado la gravedad del estado en que se halla el gran titán de la aviación ucraniana, con su parte delantera prácticamente destruida.