El ajo es un ingrediente fundamental en las cocinas de todo el mundo. Tiene sus orígenes en Asia Central, desde ahí, su uso se extendió hasta Grecia, donde se consumía para evitar el cólera y el tifus. Estudios recientes parecen haber encotrado más beneficios para este popular producto.
Según algunos estudios, el ajo podría ayudar a combatir la inflamación, reducir los niveles de colesterol y proteger contra enfermedades crónicas. Así lo demuestra un trabajo publicado en 'Antioxidants' que documenta:
"Es una especia nutracéutica polifenólica y enriquecida con organosulfuro. El ajo y sus metabolitos secundarios han demostrado excelentes efectos de promoción de la salud y prevención de enfermedades comunes de los seres humanos, como el cáncer, los trastornos cardiovasculares y metabólicos, la presión arterial y la diabetes, a través de sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y reductoras de lípidos, como se demostró en varios ensayos in vitro, in vivo y clínicos".
Además, "entre los 83 ensayos de intervención en humanos considerados, se ha informado que el consumo de ajo modula múltiples biomarcadores de diferentes enfermedades; asimismo, se ha demostrado que su combinación con fármacos es segura y prolonga sus efectos terapéuticos", añade el documento.
Algunas investigaciones sugieren que el ajo puede ayudar a aumentar el flujo sanguíneo ,tanto en pacientes cardiacos como con diabetes, lo que puede ser beneficioso para tratar problemas como la disfunción eréctil en los hombres.
Uno de ellos, publicado en 'Aging Male' y realizado con 49 hombres mayores, encontró que un medicamento que contiene ingredientes como extracto de ajo envejecido, ginseng y cuerno de terciopelo mejora la función eréctil.
El ajo también puede aumentar los niveles de óxido nítrico, un compuesto que ayuda a dilatar los vasos sanguíneos para promover un mejor flujo. Esto podría beneficiar la función eréctil. Sin embargo, se necesitan más estudios en humanos para evaluar específicamente sus efectos en dicha patología.
Además de aumentar el flujo sanguíneo, algunos estudios han encontrado que el ajo puede contribuir a promover la fertilidad masculina. Una revisión de 18 estudios concluyó que ayudó a estimular la producción de esperma y aumentar los niveles de testosterona, lo que puede deberse a sus propiedades antioxidantes.
En una investigación reciente de 'Molecule', llevada a cabo en animales, mostró que la S-alil cisteína, un compuesto que se encuentra en el ajo, aumentó la producción de testosterona en ratones.
Otro estudio en animales también constató que el extracto de ajo envejecido podría proteger contra los cambios en la producción de esperma y los niveles de testosterona causados por la quimioterapia.
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