Recientes investigaciones sobre fósiles hallados en Israel y China, respectivamente, que han reavivado el debate sobre el origen de nuestra especie y han añadido nuevas piezas al puzle de la evolución humana.
La investigación sobre Israel, publicada en la prestigiosa revista Science, describe un nuevo grupo humano arcaico, el Homo de Nesher Ramla, que implicaría que los neandertales, una especie con la que hibridaron los Homo sapiens y acabaron por extinguirse hace unos 40.000 años, tuvieron su origen en Oriente Próximo y no en Europa, como muchos paleontólogos daban por sentado. Por otro lado, otro trabajo publicado este viernes en The Innovation, defiende que el denominado cráneo de Harbin, hallado en China en los años 30, pertenecería a una especie humana desconocida que han bautizado como Homo longi (que significa hombre dragón).
Como reflexiona en conversación telefónica María Martinón-Torres, directora del Centro Nacional de Investigación de La Evolución Humana (CENIEH) y coautora de la investigación con fósiles israelíes, "la historia de la evolución humana se ha estado contando con los hallazgos encontrados en los lugares más excavados tradicionalmente, que son África y Europa, pero hay partes completamente inexploradas, como toda la zona de Arabia, India, Mongolia o El Tibet, cuyos fósiles aún desconocemos".
LA POBLACIÓN 'MADRE'
Hace ya una década, Martinón-Torres, José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, y Robin Dennell, profesor emérito de la Universidad de Sheffield, propusieron una hipótesis en la que situaban a Oriente Medio -al llamado Corredor Levantino o Levante mediterráneo- como un punto caliente de la evolución humana. "Empezamos a plantear un modelo en el que defendíamos que el origen de las poblaciones neandertales europeas no estaba en África sino en Asia, y probablemente en Oriente Próximo. En primer lugar porque estratégicamente era un verdadero cruce de caminos, y por otro lado, si haces una reconstrucción paleoambiental, ves que es una zona relativamente estable, lo que favorece que haya estado habitado de forma continua", señala.
Europa, argumenta, fue bastante inhóspita durante el Pleistoceno medio, con glaciaciones recurrentes, picos de frío y muchas dificultades para que una población prosperase: "Oriente Próximo nos parecía el lugar ideal para el establecimiento de una población madre que, cuando las condiciones fueron favorables, fue mandando a otros sitios poblaciones, dando lugar a poblaciones hijas tanto en Europa, que habrían sido los neandertales, como en Asia, con los denisovanos. Así que nuestra hipótesis es que esa población madre estaba en Oriente Próximo. Hasta ahora en el Corredor de Levante sólo sabíamos que había Homo sapiens y Homo neanderthalensis, y una serie poblaciones que aún no tenemos muy claro a dónde pertenecen", añade la paleontóloga.
Ahora, la bóveda de un cráneo y una mandíbula con características neandertales arcaicas encontradas en Nesher Ramla, un yacimiento al aire libre cerca de Ramala, parece darles la razón o al menos respalda su teoría. Como detallan en el artículo científico de Science, liderado por el paleoantropólogo Israel Hershkovitz, los restos pertenecen a un individuo que vivió hace entre 140.000 y 120.000 años.
"Para nosotros ha sido una alegría, lo consideramos 'un fósil eureka' porque desde hace tiempo incidíamos en que Asia había tenido un papel más importante que Europa en el origen de los neandertales", señala Martinón-Torres.
Su colega José María Bermúdez de Castro admite que "pocos comparten esta hipótesis de que el origen de los neandertales y de otras poblaciones anteriores está en el suroeste de Asia, donde el Corredor Levantino jugó un papel muy importante como cruce de caminos continental (y no en Europa) porque el paradigma actual está muy metido en la mente de los investigadores. Se irá viendo en el futuro".
Desde su punto de vista, "Nesher Ramla es una nueva pieza (importante) de un puzle complejo. Hay que seguir la pista de este hallazgo y otros que se pueden producir en el mismo lugar y en yacimientos próximos", señala.
Tal y como describe Martinón-Torres, los fósiles de Nesher Ramla "presentan características singulares, pues combinan rasgos típicos neandertales en mandíbulas y dientes con un cráneo con rasgos primitivos. Esto significa que hace 120.000 o 130.000 años tenemos una población que por sus características, es anterior al origen de los neandertales. Es como un superviviente tardío de una población anterior que podría haber estado viviendo allí desde hace unos 400.000 años".
El neandertal clásico, contextualiza, se suele situar hace unos 120.000 años, pero el linaje neandertal se remonta a hace entre 400.000 y 500.000 años: "En Atapuerca, por ejemplo, tenemos una población relacionada con los neandertales de hace 430.000 años", precisa la paleontóloga. "El pre-neandertal israelí es más arcaico que los neandertales de la Sima de los Huesos de Atapuerca, donde tenemos un registro muy completo con dientes, mandíbulas y cráneos", sostiene la científica.
Este hallazgo en Israel dará pie también a que de nuevo, se revisen los fósiles neandertales hallados en Europa, como señala Bermúdez de Castro, que señala que, de hecho "los fósiles de la Sima de los Huesos de Atapuerca, aún teniendo sus peculiaridades, no se diferencian demasiado de los Nesher Ramla".
La directora del CENIEH considera que esta investigacióngenerará controversia entre sus colegas: "Yo creo que es un estudio que va a generar debate porque afecta directamente a la historia del origen de los neandertales, que se extinguieron, y es la que genera más romanticismo. Así que decir que una especie eminentemente europea porque ha florecido en Europa y ha dominado el territorio durante medio medio millón de años tuvo su origen fuera de Europa probablemente genere mucho debate y me alegro. Bienvenido sea cuando genera controversia de la buena porque así es como avanzamos".
Mientras el Homo de Nesher Ramla vivía en la zona que hoy es Israel hace unos 400.000 años, el Homo sapiens habría llegado a esa región hace 200.000 años, como muestran otros fósiles hallados en ese país que ya lo perfilaban como un lugar importante en la historia de la evolución humana. En su colección se alternan, durante los últimos 200.000 años, restos de neandertales y de humanos modernos.
Así,un estudio anterior de Science, de 2008, también liderado por Israel Hershkovitz y con la participación del codirector de Atapuerca Juan Luis Arsuaga y otros miembros de su equipo, mostró el fósil más antiguo de Homo sapiens fuera de África: el maxilar de la cueva Milsiya, con una antigüedad de entre hace 194.000 años y hace 174.000 años. En las cuevas de Skhul y Qafzeh se han encontrado restos de Homo sapiens de hace 100.000 años y en otros yacimientos se han hallado restos neandertales de hace entre 70.000 años y 50.000 años. A partir de esa fecha, más o menos, se cree que los Homo sapiens modernos reemplazamos a los neandertales en el territorio que hoy es Israel y en todo el mundo.
Sapiens y neandertales mantuvieron encuentros sexuales e hibridaron. Gracias al análisis de ADN recuperado de la Sima de los Huesos de Atapuerca los científicos saben que el flujo de genes entre neandertales y humanos modernos se produjo en ambas direcciones. Según han explicado los autores en una nota de prensa, "es probable que el Levante mediterráneo, un pasillo entre África y Eurasia a fin de cuentas, fuera el lugar donde se produjeron estos intercambios genéticos".
¿UNA NUEVA ESPECIE HUMANA EN CHINA?
Y tras un nuevo análisis de un fósil conocido hace tiempo, un completo cráneo hallado en la ciudad china de Harbin en los años 30 por dos vecinos y escondido durante años, este viernes otros equipos de paleontólogos proponen que se establezca una nueva especie humana que han bautizado con el nombre de Homo longi (hombre dragón) y que, según argumentan en tres estudios, sería un pariente cercano al Homo sapiens. Incluso defienden que podría reemplazar a los neandertales como nuestros parientes más próximos.
El fósil tiene una antigüedad de al menos 146.000 años, según la última datación, y habría pertenecido a un adulto de unos 50 años. Los autores del estudio, de la Universidad GEO de Hebei, señalan que como el Homo sapiens, debía cazar mamíferos y aves, y alimentarse de frutas y vegetales. Debido a su gran tamaño y al lugar donde se encontró el cráneo, creen que H.longi se habría adaptado bien a su duro entorno, lo que le habría permitido dispersarse por Asia.
Tanto José María Bermúdez de Castro como María Martinón-Torres subrayan que el gran problema de este fósil es la falta de contexto por lo que consideran que hay que interpretar este estudio con todas las precauciones.
"Es un cráneo espectacular y precioso pero no podemos saber cuál es su origen, hay poca información fiable sobre dónde lo encontraron y creo que atribuirlo a una nueva especie humana es prematuro y forzado", dice Martinón-Torres.
"Puesto que el cráneo no tiene contexto propio, sino inferido a través de estudios en lugares próximos de donde presumiblemente pudo llegar este resto, todo es muy circunstancial. Al igual que al investigar un crimen, el escenario es esencial para detener al culpable y las pruebas circunstanciales rara vez son decisivas para encontrar al culpable, aquí pasa lo mismo. No hay escenario del crimen, solo está la víctima, encontrada hace 80 años", coincide el codirector de Atapuerca.
Aunque Bermúdez de Castro no cree que prospere o permanezca esta propuesta de nueva especie, "como ha sucedido con otras especies nombradas en circunstancias similares (sin contexto o con contexto escaso y problemático)", subraya la importancia del cráneo de Harbin para realizar otros estudios, pues "se trata de una región muy interesante para el estudio de la evolución humana, después de décadas de investigaciones escasas y realizadas bajo un paradigma impuesto por la política de China".
Fuente: Diario El Mundo España