Roy Carroll fue guardameta del Manchester United del 2001 al 2005, recientemente confesó los problemas de depresión que derivaron en un exceso de consumo de alcohol, que tuvo durante gran parte de su trayectoria futbolística.
El portero de 43 años, nacido en Irlanda del Norte, reveló que los inconvenientes a grandes escalas comenzaron en 2006, momento en el que se desempeñaba en el West Ham. "Estaba en una habitación oscura y bebía mucho. No tuve ayuda externa. Nadie sabía qué me pasaba porque nunca hablé de eso. Todo el mundo pensaba que era el chico más feliz del mundo, pero me iba a casa, cerraba la puerta y me golpeaba la cabeza contra la pared. Me tomaba unas copas para intentar olvidar", comentó en diálogo con Daily Mail.
Según relata Carroll, el problema se desencadenó después de una larga inactividad, que le generó ansiedad y lo hizo caer en la depresión: "Nunca había tenido una lesión prolongada antes y poco a poco me iba metiendo en un agujero más profundo. No estaba preparado mentalmente para eso".
Todo empeoró debido a que, la vía de escape que encontró ante este estado, fue el alcohol, lo que no hizo más que profundizar su ya difícil situación. "Para mí, fue como deshacerme de la depresión. Bebía y me olvidaba de eso. Pero al día siguiente, las cosas empeoraban y volvía a beber. Eso no funciona. Fui a rehabilitación porque otros querían que lo hiciera: mi esposa, mi agente y mis amigos. Yo no veía que me pasara nada, ése era mi mayor problema", sostuvo.
"Tenía mucho tiempo libre, mi forma de beber era una locura. Si no me hubiera detenido, no estaría aquí hoy. No creo que mi cuerpo lo hubiera resistido. Nunca estuve en esa etapa en la que me hubiera suicidado, pero habría muerto por la bebida", contó Carroll.
Sin embargo, a día de hoy el arquero confiesa que hace 10 años que no consume alcohol, aunque al mismo tiempo alerta que “la depresión vuelve de vez en cuando; nunca me voy a deshacer de eso".
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