Una semana después de que Joe Biden tomara posesión de su cargo y de que Washington fuera una ciudad sitiada por la Guardia Nacional ante posibles disturbios tras el asalto al Congreso por una turba incitada por Donald Trump, el Departamento de Seguridad Interior ha emitido una alerta al público sobre el riesgo creciente de ataques por parte de “extremistas violentos motivados por la ideología” y la llegada al poder del presidente demócrata.
Para estos individuos, el hecho de que Biden esté en la Casa Blanca ha incrementado su sensación de injusticia alimentada por falsas narrativas.
El Departamento de Seguridad Interior (DHS, siglas en inglés) emite este tipo de advertencias a través de su sistema de Avisos de Terrorismo Nacional, pero hasta la fecha estas alarmas tenían que ver con la posibilidad y preocupación de ataques contra EE UU de un país extranjero o grupos radicales, pero nunca extremistas domésticos. El Gobierno federal suele advertir a las policías locales por medio de boletines y avisos sobre las perspectivas de violencia vinculadas con alguna fecha o evento, como el 4 de julio, cuando Estados Unidos celebra el Día de la Independencia.
Sin mencionar una amenaza en particular, el Departamento dijo que actualmente reina “un ambiente amenazador acentuado en todo Estados Unidos”, el cual cree que “persistirá” en las próximas semanas. DHS justifica la decisión de hacer público el aviso tras haber consultado con fuerzas policiales y agencias de inteligencia.
Otra de las diferencias que hace tan particular esta alerta es que introduce en el mensaje a la Administración Biden a la hora de describir o caracterizar los actos por motivaciones ideológicas políticas. La alerta equipara de alguna manera la violencia con el fin de revertir la elección del demócrata Biden como algo afín al terrorismo.
Ni la capital de la nación ni el resto del país se han recuperado todavía del ataque contra el templo de la democracia norteamericana sucedido el pasado día 6 de enero cuando una turba alentada por el entonces todavía presidente Donald Trump tomó al asalto en Capitolio de Washington mientras se certificaban los votos que daban como ganador de los comicios de noviembre a Joe Biden, algo que el propio exmandatario y el trumpismo se negaban a aceptar. Lo sucedido aquel trágico día desembocó en el segundo impeachment.
DHS también menciona en su comunicado alborotos violentos en “días pasados recientes”, en aparente alusión a ciertos sucesos ocurridos en Portland, Oregon, vinculados con grupos anarquistas.
Fuente: Diario El País España