El doctor Leopoldo Luque, médico personal de Maradona, ha sido imputado en la causa que investiga la muerte de Diego por posible negligencia y presunto homicidio culposo.
El juez que investiga el caso ha decretado una orden judicial para que se registre el domicilio personal del médico de El Pelusa, así como su clínica.
La fiscalía de San Isidro (Buenos Aires) inició una investigación judicial por la muerte de Diego Armando Maradona nada más conocerse el suceso. En seguida comenzaron las declaraciones de los testigos, incluidas las personas que estaban en casa del ’10’ la mañana de su muerte. De repente surgieron muchas dudas, muchas sospechas y un montón de preguntas sin resolver.
El juez Orlando Díaz, a la vista de los testimonios y las acusaciones de las tres hijas de Maradona, Dalma, Giannina y Jana, avaló, además, el allanamiento del domicilio particular del doctor Leopoldo Luque y de su clínica. Un operativo de unos 30 policías se personó en la casa del médico de Maradona, la calle 30 de Septiembre al 1800, de la localidad de Adrogué, y otros 30 en la clínica.
La familia Maradona sospecha del médico
El doctor Leopoldo Luque tendrá que declarar como imputado ante el fiscal ante la sospecha de que pudo haber existido negligencia médica en los últimos días de vida del Maradona y, por ello, un posible delito de homicidio culposo. El objetivo del proceso judicial será aclarar si Diego fue dado de alta demasiado pronto después de su intervención por un coágulo en el cerebro.
También podría ser imputada la médico-psiquiatra encargada de darle la medicación a Maradona, y una de las personas que se encontraban en la casa en el momento del deceso, que empieza a provocar demasiadas dudas en el proceso judicial.
El doctor Leopoldo Luque es uno de los señalados por la familia de Maradona y su entorno íntimo después de la trágica situación vivida el miércoles. La fiscalía busca respuestas ante la sospecha de que Maradona no tuviera el alta médica cuando fue trasladado de la Clínica, tras ser intervenido de un tumor en la cabeza, hasta la casa en la que murió, en el Tigre (Buenos Aires).
El caso Maradona sólo acaba de empezar y todavía quedan muchas preguntas que resolver.