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Maradona y el panorama de su explosivo circo familiar tras la operación

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El argentino Diego Maradona ya fue operado de un hematoma subdural que le detectaron en la tarde del martes y que lo obligó a pasar horas más tarde por el quirófano. La intervención fue exitosa y transcurrió con normalidad. 

Las respuestas son positivas y la evolución "será día a día", según contó su médico personal, Leopoldo Luque, quien evitó dar fechas exactas de una posible alta médica. En un paciente sin antecedentes podría darse en 72 horas, pero no hay que olvidar que Maradona llegó al quirófano en pleno tratamiento para salir de una anemia. Y además su cuerpo arrastra, luego de sus primeros 60 años de vida, algunas enfermedades preexistentes y agravadas por sus excesos.

Justamente por eso la gran pregunta por estas horas pasa por saber cómo será el futuro inmediato de Diego una vez que deje el sanatorio de la zona Norte del GBA. ¿Seguirá todo como hasta ahora o la familia, en especial sus hijos, volverán a convertirse en el centro de su mundo?

Maradona, en los últimos años, estuvo distanciado de Dalma y Gianinna, las dos hijas que tuvo fruto de su matrimonio con Claudia Villafañe. Y mantuvo una fuerte cercanía con Jana y Diego Armando Jr, que actualmente está en Italia y planea volar a la Argentina en los próximos días. En los últimos meses también recompuso su relación con Verónica Ojeda y eso también le permitió estar cerca de Dieguito Fernando, su hijo menor, de quien casi no se despegaba en las últimas semanas en la quinta de Brandsen que le facilitó Gimnasia para que estuviera cerca del predio de Estancia Chica. Allí siempre tiene la compañía de Maxi, un asistente personal que lo acompaña todo el tiempo, y de su sobrino Johnny, que se convirtió en su gran ladero y no se despegó de su lado durante su internación.

También se mantuvo muy cerca de su abogado y amigo, Matías Morla, que fue quien le manejó la carrera en los últimos años. Fue Morla quien le consiguió la "changa" como vicepresidente del Dinamo Brest, un club de fútbol de Bielorrusia. Y también fue quien lo acercó, vía Daniel Angelici, al empresario Christian Bragarnik para que primero fuera entrenador de Dorados de Culiacán y más tarde de Gimnasia.

La muerte de un familiar por Coronavirus golpea a Diego Maradona

Sus dos hijas mayores, al igual que varios de sus viejos amigos, acusaron a Morla de la distancia que se generó en los últimos tiempos y de la sobreexposición que, en definitiva, le terminó pasando facturas en su salud.

Sin embargo, más allá de algunas apariciones que lo mostraron disminuido físicamente, Maradona siempre terminó siendo el dueño de sus decisiones. Las buenas y las malas. Por momentos, aunque parezca lo contrario, es ingobernable. "Diego no es un autito que yo maneje", explicó Morla el miércoles por la mañana cuando dio las primeras noticias desde las escalinatas de la clínica. Por ahora, las disputas y recelos parecen haber quedado de lado. Tanto es así que sus cuatro hijos mayores de edad se juntaron para estar cerca suyo y acompañarlo en este trance a la par de su mentado "entorno".

Ya se había producido una mínima tregua con motivo de su cumpleaños número 60. De hecho, Gianinna y su nieto Benjamín habían estado con él en Brandsen el viernes pasado. Y, según trascendió, tanto su hija como Morla se oponían a que fuera a la celebración que le habían preparado en el Bosque en la previa del partido contra Patronato. Una celebración que terminó exponiendo al mundo su endeble condición física, un poco por el bajón anímico que tenía por su cumpleaños y sobre todo por la condición clínica que reunía un cuadro de anemia y este coágulo, hasta entonces desconocido, que lo llevó al quirófano.

Un quirófano al que estuvo a punto de no entrar. Según pudo averiguar Clarín, el abogado Víctor Stinfale, hombre del entorno de Diego en los últimos tiempos, pidió una segunda opinión y sugería que otro especialista se hiciera cargo de la cirugía.

En un principio se dijo que habían sido las hijas, presentes en el sanatorio, las que se oponían a la intervención de Luque, pero no fue así. Tampoco fue real el rumor que circuló por varios medios de que Dalma, Gianinna, Jana y Diego Jr iban a pedir el tutelaje legal de su padre. Maradona, mucho mejor después de que se le comenzara a equilibrar el hematocrito, siempre estuvo consciente y al mando de su destino.

Diego, finalmente y como es sabido, accedió a operarse con su médico. Fue después de que Luque, con el apoyo de los otros neurocirujanos prestigiosos que más tarde estuvieron en el quirófano, ordenara una nueva tomografía y demostrara que era totalmente necesario el procedimiento. De ahí el retraso que tuvo la cirugía, que se extendió durante cerca de hora y media y que transcurrió sin inconvenientes.

Tanto desde el famoso "entorno" como en el seno familiar ahora comandado por Dalma, Gianinna, Jana y Diego Jr., hay consenso de que Maradona tiene que tomarse todo el tiempo que necesite para recuperarse y volver a un estado lo más cercano a una plenitud sin más excesos. En La Plata aseguran que lo esperarán todo el tiempo que sea necesario, ya que Sebastián Méndez puede continuar al mando del equipo en el día a día.

También hay que ver cómo evoluciona la relación con Dalma y Gianinna, que esta vez parecen decididas a limar viejas diferencias y a acercarse definitivamente a su padre sin importar si existen o no obstáculos en el camino. Es algo que Diego anhelaba para su cumpleaños. La unión de todos sus hijos a su alrededor. Algo que en los hechos, por diferentes motivos, nunca terminaba de plasmarse. Tal vez esta sea la gran oportunidad.

Por la cabeza de Maradona, también, comenzaba a gestarse la idea de viajar un tiempo al exterior. Cuba y Venezuela asomaban como posibles destinos para recargar pilas en unas vacaciones una vez que se abrieran las fronteras cuando pase la pandemia. Esas vacaciones tal vez podrían transformarse en una buena excusa para tomarse un largo descanso. Y reinventarse para estar más cerca de ese señor de 60 años que ya es y disfrutar de la vida de una manera distinta, muy lejos de esa montaña rusa a la que se subió hace más de cuatro décadas y de la que nunca se terminó de bajar. Todo depende de él. Y, claro, de su salud.

Fuente: Diario Clarín