El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Ghebreyesus ha descartado a la inmunidad de rebaño como una respuesta adecuada para combatir la pandemia de coronavirus.
Se le llama inmunidad de rebaño cuando una proporción amplia de una población se vuelve inmune a una enfermedad ya sea a través de la vacunación o la propagación masiva de la dolencia.
Y es que algunos han argumentado que, a esperas de una vacuna, debería permitirse que el coronavirus se expanda de forma natural.
Pero Ghebreyesus ha dicho que esta estrategia es "científica y éticamente problemática".
En el mundo se han confirmado más de 37 millones casos de coronavirus desde que comenzó la pandemia. Más de un millón de personas han muerto.
Mientras, cientos de vacuna se están desarrollando y varios ensayos clínicos se encuentran en fases avanzadas, pero de momento ninguna ha recibido aprobación internacional.
"Jamás en la historia"
Durante una conferencia de prensa este lunes, el director de la OMS admitió que los efectos a largo plazo de la pandemia, así como la fuerza y duración de la respuesta inmune, permanecen desconocidos.
"La inmunidad de rebaño se alcanza protegiendo a las personas del virus, no exponiéndolas", dijo Ghebreyesus.
"En la historia de la salud pública jamás se ha usado la inmunidad de rebaño como estrategia para combatir un brote, tampoco una pandemia".
La OMS añadió que los estudios de seroprevalencia -los que detectan anticuerpos- sugieren que un 10% de la población ha sido expuesta al virus en la mayoría de países.
"Dejar que el coronavirus circule sin más significa permitir que haya más infecciones, sufrimiento y muertes innecesarias", concluyó.