Charles "Chuck" Feeney se hizo multimillonario pero no es propietario de una casa ni de un coche. Lleva en su muñeca un reloj valorado en 12 euros (15 dólares) y nunca apostó por una vida de lujo a pesar de contar con muchos millones en la cuenta bancaria.
Y es que ser bueno en los negocios no le llenaba: lo que realmente quería era ayudar a los demás con su dinero. A sus 89 años ha cumplido su objetivo donando su fortuna de 6.800 millones de euros (8.000 millones de dólares) pero, ¿qué le llevó a hacerlo?
Feeney nació en Elizabeth (Nueva Jersey) en 1931. Su madre era enfermera y su padre trabajaba en una empresa de seguros. Desde muy pequeño se interesó por los negocios, ganando dinero con la venta de postales de Navidad puerta a puerta y recogiendo nieve con una pala en invierno. El joven que tenía un don de emprendedor fue el primer miembro de su familia en ir a la universidad.
En Cornell University fue conocido como el 'Sandwich man' por vender bocadillos a compañeros hambrientos. Durante sus años de estudio conoció a Robert Miller, con quien fundó más tarde Duty Free Shopper (DFS), la empresa que convirtió a ambos en multimillonarios, que se especializó en productos de lujo en tiendas de aeropuertos y otras localizaciones.
El negocio era satisfactorio para Feeney, las cuentas daban muchos beneficios pero no estaba cómodo del todo. Inspirado por la solidaridad de su madre y y por el libro 'Wealth de Andrew Carnegie', Feeney fundó The Atlantic Philanthropies en 1982, firma dedicada a donaciones a nivel internacional.
Feeney quería que fuese anónima y así, sin que nadie lo supiese, dedicó casi toda su riqueza a la filantropía. Las elecciones de dónde donar fueron personales y realizadas cuando detectaba una oportunidad. En este sentido, en cada una de las regiones donde hubo inversiones, Feeney tenía conexiones personales o negocios que le llevaron a aportar su dinero.
Adiós al anonimato
En 1996 Feeney vendió sus acciones en DFS al grupo Louis Vuitton Moët Henessy (LVMH), pero hubo un desacuerdo con la negociación, que se abocó a un juicio. Su identidad en The Atlantic iba a ser revelada, por ello se adelantó y llamó a The New York Times en 1997, y estos publicaron un artículo titulado: "Donó 600 millones de dólares y nadie lo sabía". Esa publicación cambió The Atlantic para siempre.
Propició una estrategia de donaciones más formal dividida en población mayor, niños y jóvenes, salud, reconciliación y derechos humanos. En 2002, la fundación anunció que tendría fecha final, que completaría sus donaciones en 2016 y cerraría en 2020.
Asimismo, como el anonimato ya no existía, Feeney decidió que promocionaría su estilo de vida filántropo, presentando también los logros de The Atlantic. Entre otras cosas, el dinero de sus donaciones sirvió para ayudar a facilitar el proceso de paz en Irlanda del Norte, adelantar el final de la pena de muerte para los jóvenes en EEUU, reducir el número de niños sin seguro médico en EEUU, asegurar medicación para muchos afectados por el VIH en Sudáfrica y ayudar a Vietnam a desarrollar un sistema de salud más equitativo.
Objetivo conseguido y reconocimiento internacional
En 2020 su objetivo ha sido alcanzado. Feeney ha donado toda su fortuna siguiendo su propia premisa: "Si piensas en donar dinero, piensa en hacerlo ahora. Es mucho más divertido que cuando estás muerto", explicó.
Su filantropía lo ha convertido en un ejemplo entre los multimillonarios, recibiendo alabanzas de Warren Bufett y Bill Gates. "Chuck ha dado ejemplo. Es mi héroe y también el de Bill Gates. Debería ser el héroe de todo el mundo", declaró Buffett.
Fuente: lainformacion.com