Los antibióticos y las vacunas son, posiblemente, los principales responsables de que ahora vivamos más. Su descubrimiento y empleo han permitido salvar millones de vidas (aunque los antivacunas se empeñen en hacerlas responsables de decenas de gravísimas -incluso mortales- consecuencias).
Sin embargo, la palma de la popularidad se la lleva la celebérrima viagra, que a pesar de sus 22 años de existencia, y de los competidores que le han salido desde 2013 -cuando expiró la patente de la farmacéutica Pfizer sobre el sildenafilo, el principio activo de la pastilla azul-, continúa siendo una 'influencer' con millones de seguidores en todo el mundo.
El responsable detrás del milagro que obra el sildenafilo es el óxido nítrico (NO), una molécula con propiedades vasodilatadoras, que mereció, en 1998, la concesión de un polémico Premio Nobel de Medicina. El NO ejerce un efecto relajante en la capa que recubre los vasos sanguíneos (endotelio vascular) favoreciendo su dilatación Nuestro organismo sintetiza de forma natural NO -a partir del aminoácido arginina-, un gas necesario para mantener la salud cardiovascular (que incluye la tensión arterial y pulmonar, diabetes, etc), cerebral y muscular. El NO ejerce un efecto relajante en la capa que envuelve venas y arterias (endotelio vascular) favoreciendo su dilatación y, en consecuencia, el flujo sanguíneo. Podemos ayudar a nuestro cuerpo a producir suficiente cantidad de NO y, de esta forma, protegernos de las diferentes enfermedades que acarrea una deficiente circulación de la sangre (incluida la disfunción eréctil). Estos son algunos de los trucos más efectivos para incrementar los niveles de óxido nítrico:
Consumir verduras ricas en nitratos
Los nitratos que contienen algunas verduras, como apio, lechuga, remolacha o rúcula, se convierten en NO, y hacen que se comporten como verdaderos fármacos antihipertensivos, asegura un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard.
Además, los nitratos de la remolacha se asocian a un mejor rendimiento deportivo, como concluyen científicos australianos en un artículo publicado en la revista 'Sports Medicine'.
Sin embargo, los nitratos de los alimentos también se relacionan con un mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer, un peligro que procede cuando estas sales se emplean como conservantes en productos cárnicos procesados. Este riesgo no existe en los nitratos de los vegetales debido a que la presencia de ciertos antioxidantes, como la vitamina C, ayudan a prevenir compuestos nocivos.
Aumentar la ingesta de antioxidantes
El NO es una molécula gaseosa muy inestable que se degrada rápidamente en el torrente sanguíneo. Pero es posible contrarrestar este efecto aumentando la ingesta de antioxidantes, como los que se encuentran en frutas y verduras, frutos secos y semillas. Los antioxidantes más necesarios para este fin son: Vitamina C Vitamina E
Polifenoles Glutatión: el antioxidante más poderoso Varios estudios han encontrado que la ingestión de precursores de óxido nítrico, como el nitrato o la citrulina -un aminoácido presente en la sandía-, con antioxidantes mantiene mayores niveles del gas en el cuerpo al ayudar a reducir su degradación.
Tomar suplementos potenciadores del óxido nítrico
Ciertos complementos promueven la formación de NO. Los más comunes son arginina y citrulina. La L-arginina es un aminoácido semiesencial, que se consume en la dieta en determinadas etapas de la vida (niñez) o durante el embarazo (se le atribuye la propiedad de reducir la hipertensión arterial en gestantes). Este aminoácido -que se encuentra en frutos secos, lentejas, pescados, huevos, etc- es uno de los más populares en el mundo fitness, sobre todo para ganar músculo, aunque más músculo no se asocia con más fuerza, según una investigación de Brasil publicada en la revista 'Fisiología aplicada, nutrición y metabolismo'.
La L-citrulina se forma cuando la L-arginina se convierte en óxido nítrico, y a su vez puede reciclarse nuevamente a L-arginina. Este aminoácido aumenta el flujo sanguíneo, mejora el rendimiento del ejercicio y reduce la presión arterial. Los suplementos de citrulina son seguros y provocan pocos efectos secundarios, incluso en dosis altas.
Limitar el uso de colutorios
Los enjuagues bucales destruyen las bacterias de la boca que favorecen la aparición de caries y otras enfermedades de la cavidad oral. Pero de la misma forma que atacan a los microorganismos dañinos, también matan a los beneficiosos que intervienen en la formación de NO (sin la participación de estas bacterias, las personas no pueden transformar los nitratos en óxido nítrico). Un estudio de la Universidad de Sichuan, en China, ha constatado que el enjuague bucal aniquila las bacterias orales necesarias para producir óxido nítrico hasta 12 horas después de su uso y ese descenso de NO puede llevar a un aumento de la tensión arterial sistólica (la alta).
A consecuencia de que el óxido nítrico regula el funcionamiento de la insulina, otro efecto de los colutorios es que pueden contribuir al desarrollo de diabetes. Un trabajo, de las universidades de Puerto Rico y de Alabama, ha encontrado que las personas que utilizan más de dos veces al día enjuagues bucales tienen un 65% más de probabilidades de desarrollar diabetes.
Hacer ejercicio físico
El ejercicio impulsa el bombeo de sangre porque mejora la función del endotelio y, por tanto, la producción de NO. Una deficiente función endotelial favorece el desarrollo de aterosclerosis, hipertensión arterial y problemas cardiacos.
La ciencia ha demostrado que la actividad física regular aumenta la vasodilatación endotelial en personas que tienen presión arterial alta y enfermedades cardiacas, pero también en individuos sanos. Los efectos beneficiosos del ejercicio sobre la salud vascular son visibles a las 10 semanas de practicarlo durante 30 minutos tres veces por semana, concluye un estudio publicado en 'American Journal of Hypertension'. Los mejores resultados se consiguen combinando ejercicio aeróbico (caminar o correr) con entrenamiento de resistencia. En definitiva, multitud de pequeños problemas -que pueden pasar a mayores- se pueden vencer o contrarrestar con sentido común y buenos hábitos de vida. Seguro que, tras leer este artículo, sigues una buena guía que te va a ayudar a solventar problemas circulatorios (y sin pastillas).