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Expertos analizan las nuevas medidas del turismo internacional ante lección del Covid-19

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La pandemia está provocando muchas cosas nuevas, una de las principales la forma de viajar. Gustavo Santos, ministro de Turismo en Argentina durante la presidencia de Mauricio Macri, acaba de sacar un libro junto al experto francés en la materia Michel Durrieu, en el que indaga cómo serán los viajes cuando pase la pandemia de coronavirus .

El diario La Nación de Argentina presentó la siguiente entrevista con Gustavo: 

En El después, turismo y humanidad (Galeón Editorial), Santos y Durrieu tratan de buscar respuestas a las preguntas que se hacen todas las personas que estaban habituadas a viajar por placer o por trabajo. ¿Cuándo volverán los vuelos transcontinentales? ¿Qué medidas sanitarias se tomarán? ¿Cuál será el costo económico de la pandemia?

-¿Cuándo se podrá volver a volar a Europa y Estados Unidos?

-En general, la vuelta del turismo va a ser progresiva y va a ir de lo más próximo a lo más lejano. Primero viene el turismo interno; luego, el regional, y posteriormente, el de largo alcance. Los flujos no van ser los mismos en el corto plazo. En el mundo ya se están restableciendo los vuelos, ya abrió fronteras Europa, va a haber verano europeo. Con controles, el mundo se está preparando. Sobre todo pensando que hablamos de que el turismo genera uno de cada 10 puestos de trabajo en el planeta.

-¿Qué medidas se tomarán para los viajes en avión?

-Estamos iniciando una etapa de transición. Hay lugares que nunca dejaron de volar y otros que han paralizado todos los vuelos, como nuestro país. Los controles sanitarios van a profundizarse, pero estoy convencido de que se van a dar respuestas que permitirán transitar esta transición en forma adecuada. No creo que se separen los asientos, no se está planteando, porque el costo se dispararía.

-¿Habrá pasaporte sanitario, para garantizar que el turista está sano?

-No creo que exista globalmente. No creo que sea una situación viable, no lo veo práctico. Sí habrá medidas restrictivas en los aeropuertos. Después de los atentados de 2001 tuvimos medidas restrictivas de seguridad, y ahora se van a agregar controles sanitarios. Vamos a tener más obstáculos para viajar y eso desalienta los viajes. Será un período de transición. Los viajes son parte de la especie humana y ese principio de libertad se va a imponer. El viaje es un hecho de libertad y los vamos a recuperar.

-¿Volverán los cruceros, luego de las situaciones dramáticas que se vivieron?

-Una de las cosas que más me dolieron como ser humano fue la doble moral que existió en el mundo con este tema. Porque se preservaba a los que estaban en Tierra, pero se abandonaba a quienes estaban en el mar. Algunos cruceros tenían personas enfermas y no les abrían los puertos. El Covid-19 sacó lo mejor y lo peor de la especie humana. Pasó también con los varados, a quienes muchos países dejaron abandonados a su suerte. Los cruceros van a ser los últimos en recuperar sus flujos. Habían crecido mucho en la última década tras los atentados de 2001, porque se veían seguros, pero fueron muy impactados. Las imágenes fueron estremecedoras.

LA SALIDA DE LATAM Y EL MANEJO LOCAL DE LA PANDEMIA

-¿Cómo puede hacer la Argentina para posicionarse como destino turístico pospandemia?

-Hay un dato que es interesante. Nosotros antes de la pandemia ya teníamos un planteo de convertir al país en un reservorio de naturaleza. La Argentina tiene diversidad en abundancia, tenemos que posicionarnos. Esta demanda de naturaleza se va a agudizar. Los destinos rurales, las casas de campo son las más demandadas en el verano español. Esa oportunidad se va a aprovechar si tenemos conectividad. Tenemos un problema histórico que es la distancia de los centros. En mi gestión tuvimos 7,4 millones de turistas extranjeros, récord histórico, fuimos el cuarto sector exportador. Eso se logró con un proceso de integración al mundo, no nos tenemos que cerrar.

-En ese sentido, ¿qué opinión tiene de la salida de Latam de la Argentina ?

-Toda pérdida de una línea aérea es un hecho trágico. La Argentina es distante de los centros emisores de vuelos internacionales y además somos un país gigantesco. Tenemos Jujuy y Ushuaia, y entre ellas hay 4000 kilómetros, con lo cual sin conectividad interior se hace muy difícil desarrollar el turismo. A mí me preocupa mucho esto, porque si no hay oferta, los perjudicados somos los consumidores.

-¿Esto se da por una decisión política del Gobierno de favorecer a Aerolíneas?

-No sé si fue una decisión política. Sería un error estratégico. Me preocupa la subsistencia de Fly Bondi y Jet Smart, porque las low cost son una realidad en el mundo entero. Durante mi gestión, crecieron de 10 a 16 millones los vuelos internos y 500.000 argentinos volaron por primera vez. Si se cierra El Palomar se vuelve insustentable el funcionamiento de las low cost .

-¿Qué opina de la forma en que manejó el Gobierno la pandemia?

-Creo que habría que distinguir etapas. En una primera etapa se subestimó la crisis. En ese momento no se tomaron medidas que hubieran atemperado la presencia del virus en el país. Teníamos la ventaja de tener el diario del lunes respecto de lo que había pasado en Asia y Europa. Se tendría que haber hecho un fuerte control en Ezeiza, pero se subestimó. Podría haberse evitado que siguiera entrando gente. No hecho eso, hubo una segunda etapa que resultó positiva, una cuarentena cerrada que nos permitió entender contra quién estábamos luchando, preparar el sistema sanitario y formar a la población. Después de un mes de cuarentena, no se puede vivir encerrado. Tiene que seguir una gestión de crisis, hay que ir recuperando la normalidad.

-El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, dijo que si esta pandemia hubiese ocurrido con Macri hubiera sido "una catástrofe" . ¿Qué opina y cómo piensa que hubiera actuado el expresidente?

- Esa afirmación de Cafiero me parece inapropiada e irrespetuosa por su rol. Es la afirmación de un enemigo político y no de un jefe de Gabinete. Nunca se sabrá qué hubiera ocurrido. Lo que sí puedo decir es que la actitud de la oposición sería diferente. Alberto Fernández tuvo un acompañamiento inicial importante tanto en el tratamiento de la deuda como de la pandemia. Se ve todavía en la conducta de los gobernadores de Juntos por el Cambio y de Horacio Rodríguez Larreta en particular. ¿Podríamos decir qué hubiera hecho la oposición con nosotros? ¿Habría tenido una estrategia republicana o habría tratado de desestabilizar al Gobierno?

-¿Qué país manejó mejor la crisis?

-De la región, Uruguay, sin lugar a dudas . Quizá porque lo principal que hizo fue ir apostando a la responsabilidad de los ciudadanos y enfrentando los focos, sin perder la normalidad y en eso le sacó ventajas a los países de la región. No se trata de laissez faire ni de control total. Estamos en el límite de perder las libertades individuales. Michelle Bachelet plantea este riesgo del autoritarismo, hay países que toman medidas que son autoritarias, con controles excesivos a partir de la tecnología. Estamos ante un momento bisagra en la historia de la humanidad. Por suerte vemos que en Europa se está anteponiendo su sistema constitucional, cosa que no ocurre en Asia. Ha habido tentaciones autoritarias, sin embargo, porque los ciudadanos pusimos en manos de nuestros líderes nuestra salud y seguridad.

-¿Qué pasará con los lugares que estaban colapsados antes de la pandemia, como París o Venecia?

-Creo que los excesos del turismo masivo, la sobreocupación del espacio, el Covid ha hecho que desaparezcan y el regreso va a ser mejor, va a ser más razonable y sostenible. Vamos a dar un salto cualitativo.

-¿Los pasajes serán más caros?

- Hasta ahora el modelo era claro: más viajes, más turismo, más barato. Ahora habrá menos oferta y menos viajes. Cómo hacemos para no generar un turismo de élite para pocos es un desafío. Se van a reducir los flujos, pero los viajes tampoco van a ser de élite porque los operadores tendrán que adecuar los precios para hacer caja. Y eso, atado a una industria que estuvo parada varios meses, va a hacer que convivan precios que van a subir con ofertas y promociones. Donde haya competencia, los precios van a bajar; donde haya monopolios, van a subir.

En los aeropuertos habrá más controles

Fuente: Diario La Nación Argentina