El matrimonio (y las relaciones de pareja en general), no es un camino de rosas, siempre hay algunas espinas con las que te pinchas por el camino. Si bien conocemos la teoría, la comunicación es fundamental para que las cosas funcionen, a la hora de la verdad las cosas son un poco más complejas y es posible que en algunas ocasiones la pasión de los primeros momentos se desvanezca y solo queden el tedio y el rencor.
¿Qué puede hacerse en momentos así? Es sencillo, si quieres salvar tu relación y apostar por ella, es probable que tengas que acudir a un terapeuta que os aconseje, involucrándose con vosotros pero siempre siendo un mero espectador del asunto. Muchos de ellos están acostumbrados a escuchar problemas de pareja, especialmente en lo relacionado con el ámbito sexual, y coinciden en asegurar que estos son los más frecuentes.
No hay tiempo
Un clásico. Las obligaciones, la rutina, los niños, el trabajo, la comida, el cansancio y hasta el ocio pueden quitar un tiempo fundamental: el destinado al sexo. Por ello, muchos aseguran que, aunque suene frío, es muy importante establecer un momento del día o de la semana para ello, con el fin de contribuir satisfactoriamente a vuestra relación.
Se ha vuelto aburrido
El sexo no tiene por qué ser siempre A+B=C. Un estudio de 2017 publicado en la revista 'BMJ Open' sugiere que ellas pueden acabar aburriéndose antes que ellos, pues aunque las relaciones sean placenteras no son emocionantes. Por ello es importante aportar un poco de picante a la vida innovando con masajes, viendo películas o hablando de fantasías.
Alguien quiere más sexo que el otro
Aunque suene estereotípico, los terapeutas sexuales indican que suele ser el hombre. Aquí hay entonces un problema de facto, pues uno de los componentes de la pareja se siente agobiado mientras que el otro rechazado.
"Ellas buscan una conexión más emocional y ellos más sexual, aunque hay excepciones", indica el terapeuta David Simons en 'The Healthy'.
No hay sexo
Alrededor de un 20% de los matrimonios tienen ese problema que, por lo general, significa que la pareja no ha tenido algún tipo de conexión sexual en más de un año. Curiosamente, muchos expertos aseguran que no tiene que ver con que ya no encuentres sexualmente atractiva a tu pareja, sino más con el sentimiento de rechazo o de baja autoestima que ofrece tu propio cuerpo, y es fundamental tratarlo.
Sexo espontáneo vs fijado
Algunos creen que la gracia del sexo está en que surja de repente, otros, que no tiene ninguna gracia cuando tienes que levantarte pronto al día siguiente. En estas ocasiones lo mejor es combinar ambos pensamientos para que los dos se encuentren satisfechos.
Ya no hay pasión
Un problema común y grave. Volver a encender el fuego requiere saber primero por qué se apagaron las llamas. Es normal que la pasión del principio, cuando no os conocíais, fuera mayor, pero solo hay que reprogramar y cambiar el contexto: puede haber pasión aunque haya niños, trabajos y obligaciones de por medio.
Discutís mucho
Y al discutir, uno de los dos no tiene ganas de sexo. Es normal, los problemas más tontos (uno se olvidó de fregar o de pagar una factura) pueden matar las relaciones.
Aunque a algunas personas les gusta solucionar sus problemas en la cama, otras no lo conciben, por lo que es necesario trabajar vuestros conflictos y la manera en la que discutís para que, siendo más respetuosos y amables, la intimidad sexual florezca y mejore.
Hay uno que siempre tiene que iniciarlo
El resentimiento es mal consejero. Si uno de los dos piensa que siempre le toca iniciar el juego, es posible que acaba sientiéndose poco deseado y se moleste. La persona con la libido más baja también debe intentar dar el primer paso de vez en cuando, para que no se produzcan esa clase de problemas.
Reformula lo que es el sexo para ti
Tenemos la idea básica de que las relaciones sexuales siempre pasan por la penetración, sin embargo, muchos terapeutas sexuales aseguran que otras muestras de cariño como las caricias, los besos o los abrazos son igual de importantes, abren la puerta a un mayor contacto físico y reconectan con la idea de disfrutar del sexo de distintas maneras, a través del erotismo.