Los cárteles del narcotráfico en México han recurrido a empresas fantasma o fachada que operan en oficinas virtuales o casas particulares para lavar cientos de millones de dólares, mediante un intrincado esquema de transferencias nacionales e internacionales.
En los casos revisados en expedientes judiciales se encontró que los criminales usan testaferros para crear estas compañías, que van desde bienes raíces, venta de joyería y electrónicos hasta servicios de consultoría, y que realizan millonarias transacciones que no coinciden con las declaraciones de impuestos ante el fisco.
En el proceso de blanqueo, tal y como destaca un artículo del diario mexicano La Vanguardia, los delincuentes se han valido de amas de casa, estudiantes y empleados bancarios y han creado hasta sitios web ficticios para disfrazar su actividad delictiva como negocio legítimo.
La red más articulada y que involucra uno de los montos más altos de los que se tengan registros la descubrió la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Hacienda en 2014. Tras realizar labores de inteligencia encontró que cuatro empresas fantasma recibieron y transfirieron recursos por 3 mil 523.2 millones de pesos mexicanos en menos de dos años.
Estas compañías a su vez estaban conectadas con otras tres que eran investigadas en otras averiguaciones en la entonces PGR por lavar recursos para el Cártel de Sinaloa.
Angélica Ortiz, especialista en prevención de blanqueo, explicó que para los grupos criminales es más sencillo hacer una empresa de papel, donde sólo requieren ir con un notario y luego abrir una cuenta bancaria, en vez de instalar un negocio fachada con el que tendrían que adecuar un local, contratar personal y pagar impuestos.
Se estima que cada año los cárteles mexicanos introducen al País entre 19 y 29 mil millones de dólares producto de la venta de drogas en Estados Unidos, según datos de Insight Crime. La información presentada en este reportaje se desprende de diligencias previas, causas penales, amparos y documentos de la Corte de San Diego, referentes a una decena de casos.
La mayoría de los implicados fueron sentenciados con penas menores, mientras que otras indagatorias continúan abiertas.
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LIGADAS AL CÁRTEL DE SINALOA
En 2014 la UIF de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) detectó que cuatro empresas (constituidas en la misma fecha de 2012, con el mismo domicilio y un representante legal que resultó ser un testaferro) se enviaban y recibían recursos sin justificación alguna con el objetivo de ocultar el origen y destino de los recursos.
“Las cuatro [Flunky, Flutnex, Marbole y Cuarzo Blanco y Asociados] generan operaciones dentro del sistema financiero nacional y hacia el extranjero, con movimientos significativos y una multiplicidad de beneficiarios que no guardan relación comercial con los proveedores de los mismos”, se lee en un documento de la UIF.
Pese al alto volumen de recursos habían declarado a la autoridad fiscal ingresos muy inferiores a los realmente captados y en el domicilio reportado no había movimiento de personal, mercancía ni infraestructura que sugiriera su funcionamiento.
El informe señala que entre julio de 2012 y mayo de 2014, recibieron 3 mil 928 transferencias vía SPEl por 2 mil 103.5 millones de pesos y efectuaron 5 mil 175 transferencias para enviar mil 419.7 millones de pesos. También, en sólo un año transfirieron 605.8 millones de pesos y 3.5 millones de dólares a China, Estados Unidos, Suiza, España y Corea. El 20 de agosto de 2014 la UIF ordenó bloquear las cuentas bancarias de las cuatro compañías. Un año después fueron señaladas por el SAT como contribuyentes que realizan operaciones inexistentes y finalmente en agosto de 2017 la PGR ordenó asegurar sus cuentas.
Estas empresas realizaron operaciones con otras compañías que también son investigadas en distintas averiguaciones previas. Flunky realizó transferencias a Zocle Mercantil, inmersa en indagatoria por lavar dinero para el Cártel de Sinaloa. Flutnex recibió recursos de Comercializadora Piter, declarada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como empresa fantasma e investigada por la PGR, y envió recursos a Nacer Peninsular del Sureste, relacionada con una red de blanqueo del Cártel de Sinaloa.
AMAS DE CASA ‘ENGAÑADAS’
En agosto de 2015, Omar Ayón Díaz, un criminal vinculado al Cártel de Sinaloa, fue detenido en Colombia y extraditado a EU, donde lo reclamaban para enfrentar diversos cargos por blanqueo de capitales y asociación delictiva. Ayón Díaz también era investigado en México por ser parte de una red de lavado de dinero al servicio de dicha organización delictiva originada en el norte de México. El 30 de octubre de 2014, la entonces PGR declaró el aseguramiento de sus cuentas bancarias.
Junto a Ayón, la procuraduría aseguró las cuentas de una treintena de personas más, entre ellas decenas de mujeres de Sinaloa, que vivían en las zonas más marginadas de Culiacán y que pronto salieron a denunciar a medios que habían sido engañadas. Las señoras en su mayoría amas de casa y desempleadas, acusaron que les habían ofrecido 500 pesos para abrir una cuenta. El dinero que les era depositado lo retiraban con la supervisión de una persona que las acompañaba y se quedaba con el mismo.
VIAJES AL EXTRANJERO
En 2009, la PGR investigó a una veintena de personas que entre febrero y noviembre de 2009 realizaron al menos quince viajes para transportar al extranjero 2.5 millones de dólares en efectivo, amparándose en documentos expedidos por 10 empresas que realizaban operaciones inexistentes.
Fuente: Diario La Vanguardia México