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Las conmovedoras palabras finales de Bob Marley a su hijo cuando perdió batalla contra el cáncer

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Bob Marley tenía solo 36 años cuando perdió su trágica batalla contra una forma rara de cáncer de piel que le robó al mundo uno de los poineros del reggae. Durante más de 10 años, la estrella icónica llevó el estilo musical de su país a la vanguardia de la cultura popular y casi 40 años después de su muerte, Marley sigue influyendo en bandas y cantantes de todo el mundo.

Todavía considerado uno de los mejores artistas de todos los tiempos, Marley y su banda The Wailers irrumpieron en escena en 1963 y casi instantáneamente se convirtieron en superestrellas en su país de origen, Jamaica.

En el transcurso de la próxima década, él y el grupo lanzaron 11 álbumes de estudio y Marley se mudó de Jamaica a Londres en 1971 y él y los Wailers realmente llegaron al escenario internacional.

Siguieron lanzamientos enormes como Catch A Fire y Burnin 'y cuando los asesinos intentaron atentar contra la vida de Marley en Jamaica en 1976, decidió mudarse a Londres de manera permanente.

Sin embargo, al año siguiente, el legendario cantante sería golpeado con más tragedia cuando le diagnosticaron un melonoma lentiginoso acral, una forma muy rara de cáncer de piel.

Fue durante un partido de fútbol que Marley se dio cuenta de que algo andaba mal cuando sufrió una lesión en el pie que, en lugar de curarse, parecía empeorar progresivamente.

Le diagnosticaron cáncer de piel y los médicos le aconsejaron que le amputaran el dedo del pie. Sin embargo, un rastafari comprometido, cuya fe considera un pecado que se elimine cualquier parte del "templo" del cuerpo, se negó.

En cambio, Marley tenía un injerto de piel, pero en 1980 la enfermedad se había extendido por todo su cuerpo y no se podía hacer nada más para tratarla.

Decidida a darles a los fanáticos una última gira para recordarlo, Marley se embarcó en una última gira mundial.

Pero justo antes de un concierto en Nueva York, colapsó mientras corría en Central Park.

Después de un show final en Pittsburgh en los Estados Unidos en septiembre de 1980, tomó la devastadora decisión de cancelar el resto de su gira y probar un tratamiento basado en la dieta en Alemania.

Batalla final 

Durante los siguientes ocho meses continuó luchando contra su cáncer, pero al darse cuenta de que no estaba afectando su enfermedad, voló a su casa en Jamaica.

Fue un viaje que nunca completaría y después de caer gravemente enfermo en el vuelo, el avión aterrizó en Miami.

Fue llevado de urgencia al hospital, donde perdió su lucha por la vida con su hijo, Ziggy, junto a su cama.

Marley, quien se cree que tuvo 11 hijos, tuvo un mensaje final para su hijo, que también es músico.

Las últimas palabras conmovedoras de la leyenda del reggae fueron: "El dinero no puede comprar la vida".

Su cuerpo fue trasladado a su hogar en Jamaica, donde Marley recibió un funeral de estado el 21 de mayo de 1981.

El primer ministro de Jamaica, Edward Seaga, dio el elogio final al hombre y al músico que habían hecho tanto para elevar el perfil de su país de origen.

Él dijo: "Su voz era un grito omnipresente en nuestro mundo electrónico. Sus rasgos afilados, su aspecto majestuoso y su estilo punzante son un vívido grabado en el paisaje de nuestras mentes.

"Bob Marley nunca fue visto. Fue una experiencia que dejó una huella indeleble en cada encuentro. Ese hombre no puede ser borrado de la mente. Es parte de la conciencia colectiva de la nación".