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Cómo conservar la verdura fresca para que aguante más tiempo

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Una de las preguntas que solemos hacernos muchas veces cuando compramos verduras frescas es dónde debemos colocarlas para que se conserven de forma adecuada. ¿En el frigorífico o en la despensa? ¿Qué temperatura es idónea?

Las verduras son esenciales para mantener una dieta equilibrada ya que "nos aportan agua, fibra, vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes, nutrientes imprescindibles para mantener un buen estado de salud", señalan en la web del portal de nutrición Alimmenta escrito por dietistas-nutricionistas. 

A la hora de ir a comprar verduras frescas, un consejo es priorizar aquellas que sean de temporada ya que son más económicas y "están en un óptimo momento de maduración", añaden. 

Respecto a su almacenamiento, al llegar a casa se deberán sacar y dejarlas en un lugar fresco, seco y alejado de la luz. "Si no vais a consumirlas en pocos días, las podéis dejar en la parte menos fría del frigorífico". 

 

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ofrece algunos consejos para conservar de un modo correcto las verduras y que aguanten más tiempo antes de consumirlas sin perder su sabor. Algunas de ellas necesitarán refrigeración, mientras que otras tienen que ser almacenadas en la despensa porque el frío puede hacer que pierdan algunas de sus propiedades. 

¿Qué verduras pueden guardarse en el frigorífico? La OCU señala algunas de ellas: alcachofas, espárragos, judías verdes, zanahorias, champiñones, guisantes, puerro, cebolleta, brócoliy verdura de hoja como la lechuga o el repollo. 

 

La OCU también destaca algunas verduras que no necesitan refrigeración y que es mejor la temperatura ambiente para su conservación como: pepinos, ajo, cebolla, patatas, batatas o calabaza. 

Para que la conservación sea óptima, se recomienda guardar estas verduras en un recipiente o en una bolsa de plástico perforada en un lugar seco y donde no reciba directamente luz. 

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