Este miércoles, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha declarado que ha dado la orden a las fuerzas estadounidenses de destruir las embarcaciones de procedencia iraní si suponen una amenaza a los barcos norteamericanos.
En un escueto mensaje desde Twitter, Trump indicó que efectuó el pedido de “disparar y destruir cualquier cañonera iraní si estas hostigan a nuestras embarcaciones en el mar“. Días atrás, la Armada de Estados Unidos había alertado sobre “movimientos peligrosos” por parte de la flota iraní en la zona del Golfo Pérsico.
A principios de mes, Trump había acusado a Irán de “querer atacar a nuestras tropas o activos en Irak”. “Si eso sucede, pagarán un precio muy alto”, dijo. Desde ese momento, comenzó una nueva escalada de tensión entre Washington y Teherán. La misma es la más importante desde que en enero Estados Unidos abatiera al general persa Qasem Soleimani y este país respondiera con un bombardeo contra dos bases utilizadas por militares estadounidenses en territorio iraquí.
La dura respuesta de Irán
Desde la Casa Blanca y el Pentágono no se dieron mayores detalles a los nuevos dichos de Trump. Sin embargo, el gobierno iraní reaccionó con furia, y respondió las amenazas. “Estados Unidos debería dedicarse en salvar a sus militares del coronavirus en vez de tratar de amenazar a otros”, dijo el vocero del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Irán, Abolfazl Shekarchi.
Para el persa, Estados Unidos “tendría que estar intimidado en lugar de tratar de intimidar a otros”. Shekarchi destacó que el norteamericano es “el país más afectado por el COVID-19”. Por ello, señaló que “sus funcionarios deberían pensar en rescatarse a sí mismos” y “salvar a su gente de la gran crisis que generó la pandemia”.