Influyen política, costos y la proliferación de los robots
Datos indican que las empresas que se fueron a producir a Asia por sus costes ahora vuelven a USA y Europa, y no solo lo hacen por el clima arancelario del presidente Donald Trump.
"El mundo en el que la única alternativa para las empresas manufactureras era llevar sus fábricas a China y al sureste asiático es algo del pasado", explica el siguiente artículo que presentó sobre este tema el diario español el Confidencial.
Está cobrando cada vez más fuerza la opción opuesta: el 'reshoring' o relocalización, por el que estas mismas compañías repatrían parte o toda su producción a sus países originarios o a zonas más cercanas.
Según señala un informe de Bank of America Merrill Lynch, un 83% de las empresas de EEUU tienen planes de relocalización.
Sin embargo, no se trata de un fenómeno exclusivamente americano. En los últimos 3 años 153 empresas han retornado a los Estados Unidos, mientras que 208 han hecho lo propio en la Unión Europea. La eurozona, a diferencia de EEUU, no está tan influenciada por las guerras comerciales y medidas proteccionistas que emprende la Casa Blanca desde la llegada de Donald Trump.
Una de las mayores consignas que el líder republicano abanderó en la campaña electoral es detener la marcha de empresas a países como México o China. Entre otras cosas, Ford y General Motors cancelaron inversiones en el vecino del sur ante la amenaza de impuestos a modo de castigo desde el Gobierno de EEUU. Desde entonces, las empresas prestan más atención y se cuidan mucho de llevar a cabo un proceso de deslocalización. Según el informe del banco americano, esta tendencia proteccionista estaría contagiando al mundo.
Sin embargo, un informe de la EAE Business School justifica este movimiento de 'repatriación' de la producción con dos motivos: los costes, especialmente el hecho de que los gastos salariales emergentes han subido y que los propios clientes de estas empresas les piden que hagan volver sus industrias para mejorar sus servicios.
Mango, Orbea… los casos españoles Reino Unido y Francia lideran el ránking europeo de relocalizaciones. España está más rezagada. De las más de 200 empresas europeas que han relocalizado sus industrias hay seis españolas: Mango, Orbea, Dicarcono, Berria Bike y NBI Bearings Europe y también incluyen el caso de la Brava Beer, que aunque aún no lo ha hecho, afirma que está buscando fórmulas económicas para traer su producción a España. Estas compañías, en su mayoría, afirman que han emprendido este proceso para satisfacer a sus clientes, que piden más cercanía de la producción y, en segundo lugar, por la subida de los costes de sus factorías en Asia.
El caso de Mango el 40% de sus fábricas están en España o países cercanos mientras que hace tan solo 3 años esta cifra era mucho menor. En 2015 sus industrias en proximidad no llegaban al 25% del total. A pesar de ello, la mayoría de las empresas de proximidad se sitúan en Marruecos y Turquía. En los dos países suman 379 fábricas, mientras que en toda Europa tienen 97.
Desde la compañía explican a El Confidencial que sostuvieron esta ampliación en zonas próximas porque "aunque la capacidad de producción no alcanza los niveles de países asiáticos ni la oferta de productos es tan amplia y versátil", a cambio "permite una respuesta más ágil en todo el proceso productivo así como facilidades en la distribución logística".
Orbea, por su parte, también ha traído algunas de sus plantas a España. Llevó a cabo esta iniciativa entre 2014 y 2015. Según la propia compañía, el motivo fundamental sería "mejorar nuestros procesos de fabricación"; en concreto, "mejorar la personalización del producto y la cercanía al mercado".
A pesar de ello, afirman que "no creemos que el consumidor valore dónde se fabrica el producto final". Sin embargo, creen que es más fácil aportar valor desde la cercanía que teniendo en el otro extremo del mundo tus fábricas".
Otra de las compañías que quieren "volver a casa" es la Brava Beer. Esta pequeña cervecera forma parte del estudio pero aún no ha logrado trasladar su producción. Sin embargo, según comenta a El Confidencial, está negociando una ronda de financiación en la que este será uno de los más importantes objetivos.
Desde la empresa explican que en su momento eligieron elaborar sus cervezas en la República Checa, país con una tradición muy importante en el sector. Uno de los motivos más importantes era la reducción de costes, sin embargo, el estilo de cervezas que realiza la compañía se llama "Pilsen".
Textualmente, la idea era "aprender de los mejores". Ahora creen que "necesitamos más control de la cadena de producción" que pase por ser "más dinámico" que, "aunque cueste más", es lo que le pide más el mercado a día de hoy.
Nike y Apple vuelven a casa por los robots
Firmas del tamaño de Adidas, General Motors, Nike, Apple o Caterpillars también están emprendiendo procesos de relocalización. El informe de Bank of America afirma que el 80% de las empresas tienen planes para llevar a cabo este proceso y evaluar resultados entre 2021 y 2022.
Además de los ya antes mencionados, los motivos que destacan para el caso americano son los costes y, especialmente, la mayor accesibilidad de la robotización. Con una producción automatizada los costes de hacerlos en China, Vietnam, Etiopía o Noruega son los mismos por lo que ¿para qué llevarse las fábricas fuera?
Desde el banco americano esperan que el número de robots instalados en la cadena mundial de producción se duplique para 2025 llegando a los 5 millones "lo que ya no hace tan atractiva la deslocalización".
Aunque el motivo fundamental por el que Estados Unidos estaría viviendo de forma especialmente activa el 'reshoring' por "la inseguridad mundial en aumento y los aranceles". Que vendrían apoyando esta el fin de uno de los mayores efectos de la globalización.
Por su parte, indican que, en su opinión, estos movimientos y cambios son "tectónicos", es decir que se trata de "avances lentos pero que serán persistentes e importantes para las empresas".
Los chinos ahora cobran más
Pero no hay que olvidar una de las causas más importantes: los chinos ya no cobran como antes. La que fuera la fábrica del mundo está empezando a avanzar hacia un modelo de economía más parecida a la de los países occidentales, en la que los salarios son más altos y hay una mayor calidad de vida.
Esto no solo está haciendo que empresas de países de la otra punta del mundo cierren sus puertas, sino que está provocando el éxodo de compañías asiáticas que están a en la misma puerta de Pekín.
Samsung (Corea) o Sony (Japón) decidieron durante 2019 marcharse del país asegurando que "el aumento de los costes laborales" es la responsable de que cierren sus plantas allí y las abran en Vietnam y la India. También culpaban de su marcha a la desaceleración económica que sufre el país.
Fuente: Diario El Confidencial