El Salvador se alista para dar un nuevo paso en materia de movilidad urbana con la construcción de su primer sistema de metrocable, que tendrá un plazo de ejecución de 18 meses.
Así lo confirmó el Ministerio de Obras Públicas de El Salvador (MOP).
De acuerdo con la información oficial, el proyecto saldrá desde Mejicanos, pasará por la Universidad de El Salvador, continuará por el Centro de Gobierno y llegará hasta el Centro Histórico de San Salvador, a la altura del parque Cuscatlán.
El ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, afirmó que con este sistema se busca reducir los tiempos de traslado, que podrían completarse en entre 10 y 15 minutos.
Aunque todavía no se han revelado detalles sobre las tarifas para los usuarios, el metrocable representa uno de los primeros proyectos de transporte público de pasajeros impulsado por el Gobierno.
Este tipo de sistema, que combina tecnología de transporte por cable con accesibilidad urbana, no es nuevo en la región. De hecho, ha sido objeto de análisis por organismos internacionales debido a su potencial para transformar la movilidad en zonas de topografía compleja.
El Banco Mundial (BM) lo describe como una solución de transporte público eficiente, inclusiva y sostenible, especialmente útil para ciudades con pendientes o laderas donde la infraestructura vial tradicional resulta limitada.
¿Cómo funcionan?
Los metrocables operan con cabinas suspendidas por cables de acero impulsados por motores eléctricos. Suelen trabajar en circuitos cerrados de ida y vuelta, con estaciones intermedias y terminales donde los pasajeros pueden subir o bajar.
Tienen una frecuencia continua, con cabinas que llegan cada pocos minutos o incluso segundos, lo que elimina la necesidad de horarios fijos. Además, pueden integrarse con otros sistemas de transporte como metro, autobuses o trenes para formar redes de movilidad multimodal.
No obstante sus ventajas, los sistemas de teleférico presentan limitaciones. Según el Banco Mundial, su capacidad es reducida en comparación con otros medios: pueden movilizar entre 2,000 y 6,000 pasajeros por hora y por sentido. También requieren alta inversión inicial y mantenimiento especializado.
A ello se suma su vulnerabilidad ante condiciones climáticas adversas, como vientos fuertes o tormentas, y su cobertura limitada, pues resultan más eficaces en tramos específicos (colinas o quebradas) que como red completa de transporte urbano.
Con la futura construcción del metrocable, El Salvador se uniría a la lista de países latinoamericanos que apuestan por esta tecnología de transporte moderno. Si se ejecuta según lo previsto, el proyecto podría representar un cambio significativo en la movilidad capitalina y un precedente para futuras inversiones en transporte público en el país.
Fuente: Diario La Prensa Gráfica de El Salvador