El mundo del cine despide a uno de sus íconos más grandes: Robert Redford falleció a los 89 años en su casa de Utah, mientras dormía plácidamente. Su partida marca el cierre de una era en Hollywood, donde su nombre se convirtió en sinónimo de talento, elegancia y compromiso con el arte cinematográfico.
Una carrera marcada por la grandeza
Redford fue actor, director y productor, reconocido con dos premios Óscar:
- Mejor director en 1981 por Ordinary People (Gente corriente).
- Óscar honorífico en 2002 por su extraordinaria trayectoria.
Su filmografía es una colección de clásicos que marcaron generaciones:
- Dos hombres y un destino (1969), junto a Paul Newman.
- El golpe (1973), que consolidó una de las duplas más recordadas del cine.
- Todos los hombres del presidente (1976), donde interpretó al periodista Bob Woodward en la investigación del caso Watergate.
- África mía (1985), junto a Meryl Streep, que lo consolidó como galán romántico.
- Una propuesta indecente (1993), en la que interpretó a John Gage, un millonario que ofrece un millón de dólares a una pareja (Demi Moore y Woody Harrelson) a cambio de pasar una noche con ella. La película fue un fenómeno cultural y comercial, y aún hoy se recuerda como uno de sus papeles más provocadores.
- The Old Man and the Gun (2018), su última actuación en la gran pantalla, donde encarnó a un encantador atracador en un papel que muchos consideran un homenaje a su vida artística.
“El señor de los caballos”, un legado entrañable
Uno de sus proyectos más recordados en el mundo hispano es la película “El señor de los caballos” (The Horse Whisperer, 1998). Redford no solo la dirigió, sino que también fue protagonista, interpretando a Tom Booker, un hombre capaz de “susurrar” a los caballos y sanar, al mismo tiempo, las heridas emocionales de las personas.
La cinta fue aclamada por su delicada narrativa, la majestuosidad de sus paisajes y la sensibilidad con la que retrató la relación entre humanos, animales y la naturaleza. Para muchos críticos, es una obra que refleja la esencia del propio Redford: cercano, profundo y defensor del vínculo con el entorno.
Más allá del cine: Sundance y compromiso social
En 1981 fundó el Festival de Cine de Sundance, que se convirtió en la plataforma más importante del cine independiente en el mundo. Gracias a Redford, miles de cineastas emergentes encontraron un espacio para mostrar su trabajo, cambiando el rumbo de la industria.
Además, fue un ferviente defensor del medio ambiente y de causas sociales, involucrándose en proyectos filantrópicos y en la lucha contra el cambio climático.
Una vida de luces y sombras personales
Redford se casó en dos ocasiones: primero con Lola Van Wagenen (1958-1985), con quien tuvo cuatro hijos —dos de ellos fallecieron—, y luego con Sibylle Szaggars, artista alemana con quien compartió sus últimos años.
La vida le dio fama y fortuna, pero también duras pruebas familiares, que lo marcaron profundamente y lo convirtieron en un hombre de enorme sensibilidad.
El último adiós
Con su muerte, no solo se va un actor legendario, sino un hombre que supo trascender la pantalla grande. Robert Redford deja un legado de más de 50 películas, innumerables reconocimientos y un ejemplo de compromiso artístico y humano.
El cine siempre recordará su sonrisa, su mirada serena y su capacidad para contar historias que llegaban al corazón. Y como en El señor de los caballos, su voz seguirá susurrando entre quienes amaron su cine y encontraron en él un refugio de belleza y verdad.
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