El conflicto entre Estados Unidos y Brasil ha escalado a una nueva dimensión, combinando ingredientes económicos y políticos que lo hacen mucho más difícil de desactivar que otros roces diplomáticos recientes.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció un arancel del 50% a las importaciones de Brasil desde el 1º de agosto, situación que elevó las molestias en el territorio sudamericano. En una carta pública enviada a Luiz Inácio Lula da Silva, incluyó reclamos no solo comerciales, sino también exigencias políticas inaceptables para el gobierno brasileño.
Trump denunció el juicio contra su aliado Jair Bolsonaro como una “caza de brujas”. Reclamó que el proceso por el intento de golpe tras las elecciones de 2022 “debe terminar inmediatamente”.
Luego de esta situación, Lula respondió con firmeza: “Brasil es un país soberano y no acepta ser controlado por nadie”.
Qué está en juego?
• Comercio bilateral: EE.UU. ha tenido un superávit de $410.000 millones con Brasil en 15 años, desmintiendo la supuesta desventaja que alegó Trump.
• Impacto económico: las cadenas productivas como la carne y la energía quedarían comprometidas si estalla una guerra comercial.
• Relación institucional: actualmente no hay embajador estadounidense en Brasil y no existen canales fluidos de diálogo con la Casa Blanca.
Por qué este choque es más complejo que otros que se han producido?
• Porque mezcla política interna con comercio exterior.
• Porque se trata de dos gigantes continentales con economías interconectadas.
• Porque Brasil ha tomado distancia de EE.UU. y se ha acercado a los BRICS, lo que incomoda a Trump.
• Porque Bolsonaro aún tiene influencia y Trump lo utiliza como punto de presión contra Lula.
Y ahora qué sucederá?
• Lula advirtió que responderá con medidas de reciprocidad si los aranceles se concretan.
• Diplomáticos brasileños devolvieron formalmente la carta de Trump, considerándola “inaceptable”.
• Expertos como Monica de Bolle creen que si Trump insiste, “terminará ayudando a Lula”.
Conclusión
Más que una simple disputa arancelaria, el choque Trump-Lula es una pugna de poder ideológico y estratégico. Trump juega una carta dura a meses de las elecciones en EE.UU., mientras Lula reafirma su liderazgo regional. Con economías profundamente enlazadas, la solución no será sencilla. Y el mundo mira con atención.
Fuente BBC Mundo.