Una de las grandes leyendas sobre la Tierra está comenzando a desaparecer.
La ‘puerta del infierno’ ha perdido su resplandor infernal y no ilumina el árido desierto de Karakum, en Turkmenistán, de la misma forma que cuando se abrió hace más de 50 años.
Ahora, este imponente cráter llameante parece más bien una fogata quemando el último leño. Dicho de otra manera: la ‘puerta del infierno’ se está cerrando.
Lucila Anuncio - UBICACION: Articulo
Durante la celebración de la Conferencia Científica Internacional “Aspectos Ambientales de la Implementación de Tecnologías Innovadoras en el Desarrollo de los Yacimientos de Hidrocarburos” (TESC 2025) los científicos de Turkmengaz, la compañía nacional de gas de Turkmenistán, intervinieron para explicar que la ‘puerta del infierno’ se está cerrando y el pozo de gas natural está perdiendo protagonismo.
El cráter Darvaza, su nombre oficial, ha perdido su fuerza debido a los trabajos de Turkmengaz. La compañía ha reactivado antiguos pozos de gas y ha perforado nuevos para poder capturar el metano antes de que este llegue a la ‘puerta del infierno’.
Gracias al sistema MARS (Methane Alert and Response System) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) monitorizaron la disminución de las emisiones de metano. Una disminución de las emisiones y apagado del cráter que llega tres años después de que el presidente Gurbanguly Berdimuhamedow ordenara su cierre para evitar malgastar el gas, los impactos a la salud de la población y la emisión de gases a la atmósfera.
Un cráter legendario
La ‘puerta del infierno’ es un incendio en una antigua mina de gas que ha ardido sin interrupción desde 1971. El cráter, de unas dimensiones de unos 30 metros de profundidad y 69 de diámetro, ha estado rodeado de misterio desde su nacimiento. Diversas leyendas señalan diferentes orígenes, y la más extendida es que los ingenieros soviéticos perforaron una bolsa de gas natural y provocaron un derrumbe. Ante esta situación los geólogos responsables prendieron fuego para impedir que el gas se esparciera y se produjera una intoxicación por metano, un hecho que ha causado que en los últimos 50 años la ‘puerta del infierno’ haya ardido sin parar.