El uso de drones en la agricultura ha cobrado un papel protagonista dentro de la llamada 'economía de baja altitud' en China.
Gracias a esta tecnología, el país está optimizando sus cultivos, reduciendo costes y mejorando la eficiencia en el manejo de los terrenos agrícolas.
La aplicación de pesticidas y fertilizantes mediante drones está reemplazando los métodos tradicionales de fumigación. Pilotos altamente capacitados manejan estas aeronaves no tripuladas para sobrevolar grandes extensiones de tierra y distribuir con precisión las dosis adecuadas de productos fitosanitarios. En apenas tres días, un escuadrón de drones puede cubrir alrededor de 53.300 metros cuadrados de cultivos de cereales, una cifra impresionante en comparación con los métodos convencionales.
El uso de drones también ofrece ventajas significativas en términos de sostenibilidad. La aplicación precisa de pesticidas reduce el desperdicio de productos químicos y minimiza el impacto ambiental. Además, el monitoreo aéreo de cultivos permite detectar con rapidez posibles plagas o deficiencias, facilitando una respuesta inmediata.
Para garantizar el perfecto rendimiento de esta tecnología, aproximadamente 40 pilotos especializados operan drones con un peso de despegue que varía entre 50 y 70 kilogramos. Estos profesionales no solo pilotan las aeronaves, sino que también emplean tecnología satelital avanzada, como sistemas GPS de última generación.
El uso de drones en la agricultura china supone una revolución en el sector primario. La integración de tecnología punta en el campo está redefiniendo la producción agrícola, incrementando la eficiencia y mejorando la sostenibilidad del proceso. A medida que la tecnología continúa evolucionando, el papel de los drones en la agricultura promete ser aún más determinante en el futuro del sector agroalimentario global.
Fuente: Diario La Razón - España
