La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha deportado a miles de inmigrantes indocumentados desde que asumió el cargo el mes pasado.
Durante su primer mes en el cargo, la administración Trump ha deportado a 37.660 personas, según datos del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, a menudo a su país de origen, pero a veces a terceros países.
Varios países centroamericanos han aceptado vuelos de deportación. Si bien sus propios ciudadanos constituyen la mayor parte de los que llegan desde Estados Unidos, estas naciones también han permitido que la administración Trump envíe a nacionales de otros países, en su mayoría asiáticos, como India, Pakistán e Irán.
La semana pasada, unos 300 deportados llegaron a Panamá y más de 100 a Costa Rica, dijeron los dos países. Estados Unidos no ha publicado detalles oficiales sobre el número de vuelos y el número exacto de inmigrantes.
Pero ¿por qué Trump envía a los deportados a terceros países en lugar de a sus países de origen? ¿Y por qué estos países aceptan a los deportados?
¿Qué terceros países están aceptando vuelos de deportación desde EE.UU.?
La semana pasada, Panamá se convirtió en el primer país en aceptar a 119 deportados de otros países.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, dijo el 13 de febrero que los migrantes provenían de países como China, Uzbekistán, Pakistán y Afganistán. Mulino dijo que era el primero de tres vuelos previstos y que se espera que lleguen a Panamá unos 360 de esos deportados.
El ministro de Seguridad de Panamá, Frank Abrego, dijo el 18 de febrero que 299 deportados extranjeros estaban detenidos en un hotel, lo que indica que habían llegado más deportados a Panamá desde que aterrizó el primer vuelo la semana anterior. Estos migrantes eran de 10 países, entre ellos Irán, India, Nepal, Sri Lanka, Pakistán, Afganistán y China.
Al menos 135 personas, incluidos niños, procedentes de Uzbekistán, China, Afganistán y Rusia llegaron a la capital de Costa Rica, San José, el 20 de febrero.
Estados Unidos transportó a 177 inmigrantes venezolanos desde su base militar en la Bahía de Guantánamo, Cuba , a Honduras el 20 de febrero. Desde allí, las autoridades venezolanas los trasladaron a la capital de Venezuela, Caracas, a través de la aerolínea de bandera Conviasa.
¿Por qué Trump deporta personas a terceros países en lugar de a su país de origen?
Los expertos ofrecieron múltiples razones.
“Es más expedito, limita el acceso a los derechos estadounidenses [para los migrantes] y tiene como objetivo enviar un mensaje a los posibles solicitantes de asilo y otros migrantes para que no vengan”, dijo a Al Jazeera Michelle Mittelstadt, directora de comunicaciones del Migration Policy Institute.
Tanya Golash-Boza, directora ejecutiva del Centro de Washington de la Universidad de California, dijo que si bien no ha visto una explicación oficial de por qué se envía a los migrantes a terceros países, es “razonable asumir que el DHS (Departamento de Seguridad Nacional) está haciendo esto porque sus centros de detención están llenos”.
Los centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos tienen una capacidad de 38.521 camas, pero están detenidos cerca de 42.000 inmigrantes, informó CBS News, citando datos internos del DHS. En medio de un reciente aumento en los arrestos de inmigrantes, el ICE ha liberado a algunos inmigrantes a principios de este mes, informó CBS.
Golash-Boza dijo al medio Al Jazeera que una vez que los migrantes abandonan el territorio estadounidense, “pierden el acceso a cualquier atisbo de derechos que pudieran haber tenido debido a su presencia en Estados Unidos”.
Mittelstadt explicó que los deportados enviados a terceros países no cuentan con protección bajo la ley estadounidense. Agregó que en esos países, las normas internacionales de protección, “incluida la no devolución”, pueden no cumplirse. La no devolución es un principio del derecho internacional que prohíbe a un país enviar a una persona de regreso a una nación de la que huyó si ese lugar no es seguro para ella.
Cuando se trata de deportados de países con los que Estados Unidos no tiene fuertes lazos diplomáticos formales, estas naciones centroamericanas cumplen otro propósito para la administración Trump.
“Trump está utilizando a Honduras, y puede utilizar a otros, porque Estados Unidos no tiene relaciones decentes con Venezuela, pero Honduras sí las tiene y es un intermediario útil”, dijo a Al Jazeera Clive Stafford Smith, abogado de derechos humanos.
ICE ha citado anteriormente a países como India, Pakistán y China como “poco cooperativos”, pero el primer ministro indio, Narendra Modi, dijo que está “plenamente preparado” para recibir de regreso a inmigrantes indocumentados, durante una visita a la Casa Blanca en febrero.
Según Smith, en Guantánamo se encontraban detenidos 195 migrantes, de los cuales 177 fueron enviados a Venezuela y uno a Estados Unidos, mientras que 17 permanecían en la instalación.
Smith había dicho a Al Jazeera que los detenidos en Guantánamo “tienen todos los derechos legales de los residentes [estadounidenses] allí, incluida toda la Constitución y el derecho a un tribunal apropiado”.
Recientemente dijo que la administración Trump está llevando a la gente al centro de detención para asustarlos.
“Es la prisión de tortura más famosa del mundo, por lo que habrá menos objeciones a salir y regresar, en última instancia, a sus países de origen”, dijo. “La administración Trump está tratando de sacar a la gente de Guantánamo antes de que tengamos tiempo de llevarlos ante los tribunales correspondientes”.
Durante su primer mandato, entre 2019 y 2020, Trump envió inmigrantes en un vuelo a Guatemala, pero esta operación se detuvo debido a la pandemia de COVID-19. Muchas organizaciones de derechos humanos se han opuesto a colocar a los migrantes en países con los que no tenían vínculos.
Los grupos pro inmigrantes, incluida la organización sin fines de lucro estadounidense de derechos civiles, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), demandaron a Trump por este plan. El primer mandato de Trump terminó antes de que se resolviera el caso y este quedó en suspenso mientras la administración Biden modificaba las políticas del gobierno.
¿Por qué terceros países han aceptado acoger a deportados?
Los países centroamericanos han acordado recibir a deportados extranjeros bajo presión política y económica de Trump, dicen analistas.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, dijo que su país está ayudando a su “hermano económicamente poderoso del norte”, al hablar con periodistas el miércoles, en una alusión al desajuste de poder que permite a Estados Unidos coaccionar a vecinos más pequeños.
Los panameños también han enfrentado amenazas de Trump, quien ha prometido adquirir el Canal de Panamá, uno de los canales fluviales más transitados del mundo, que conecta los océanos Pacífico y Atlántico.
Los acuerdos con Costa Rica y Panamá se anunciaron a principios de este mes, cuando el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, visitó los países centroamericanos. Algunos observadores creen que los dos países llegaron a un acuerdo tras recibir amenazas de aranceles. Trump ya ha impuesto aranceles a China, Canadá y México y los ha utilizado como palanca contra otros.
Trump amenazó con imponer aranceles del 25 por ciento a todos los productos colombianos después de que Bogotá se negara a aceptar dos aviones militares estadounidenses que transportaban deportados colombianos el mes pasado. El presidente colombiano Gustavo Petro respondió inicialmente amenazando con aranceles en represalia, pero finalmente dio marcha atrás y aceptó aceptar los vuelos de deportación. Colombia se libró de los aranceles.
¿A dónde irán los deportados desde terceros países?
Los deportados permanecerán retenidos en terceros países hasta que se organice su repatriación.
Los deportados en Panamá se encuentran recluidos en habitaciones del Hotel Decápolis de la ciudad de Panamá, custodiados por la policía. En videos tomados desde afuera de las ventanas transparentes se ve a algunos migrantes sosteniendo carteles que dicen “ayúdennos” y “no estamos seguros en nuestro país”. Otros usan gestos con las manos para indicar que están siendo privados de sus libertades. El 19 de febrero, se supo que una mujer china, Zheng Lijuan, había escapado del hotel y la policía la estaba buscando.
Las autoridades panameñas han dicho que más del 40 por ciento de estos migrantes no quieren regresar a su país de origen, citando preocupaciones de seguridad, entre otras razones.
El ministro de Seguridad de Panamá, Abrego, dijo que 171 de los 299 deportados aceptaron regresar a su país de origen y al menos 13 ya lo hicieron, según las autoridades.
Los migrantes que se niegan a regresar a sus países de origen se encuentran retenidos en un campamento en la remota provincia de Darién, que comparte frontera con Colombia. En un comunicado del 19 de febrero, el Ministerio de Seguridad de Panamá dijo que 97 de esos migrantes fueron trasladados al campamento de Darién.
Los migrantes que se encuentran en Costa Rica permanecerán detenidos hasta seis semanas en un centro rural de detención cerca de la frontera con Panamá. Luego serán trasladados en avión a su país de origen, según Omer Badilla, viceministro de Interior y Policía de Costa Rica. La operación será financiada por Estados Unidos.
“Los países que reciben a estos repatriados enfrentan desafíos significativos temporalmente para retenerlos y devolverlos, y no se contempla la concesión de asilo en esos países”, dijo Mittelstadt, del Instituto de Política Migratoria.
“Aunque se describe a estos países como un ‘puente’, en realidad son un callejón sin salida para los repatriados”.
Fuente: Aljazeera
