El ayuno intermitente ha ganado popularidad como una forma efectiva de adelgazar, mejorar la salud metabólica, retrasar el envejecimiento y aumentar la energía.
No restringe el tipo de alimentos que se pueden ingerir, pero sí establece unos periodos de tiempo entre las comidas, en los que solo se deben consumir líquidos sin calorías (como el agua mineral o saborizada, las infusiones, el café solo o el té).
Estos tramos de ayuno obligan al cuerpo a utilizar las grasas o los tejidos adiposos como fuente principal de energía, fomentando la pérdida de peso.
Además de los beneficios mencionados anteriormente, un estudio publicado este año en la American Journal of Clinical Nutrition ha demostrado que el ayuno intermitente reduce los procesos inflamatorios que preceden a enfermedades como la diabetes tipo 2, la artritis reumatoide, la obesidad e incluso la depresión.
Aunque esta investigación se ha realizado con personas, la mayoría de los estudios disponibles hasta la fecha se han practicado con animales o grupos humanos reducidos.
¿Quieres saber más sobre los pros y los contras de este régimen?
Ventajas del ayuno intermitente
Pérdida de peso: El ayuno intermitente puede ayudar a reducir la ingesta de calorías y promover la pérdida de peso al forzar al cuerpo a quemar grasa como fuente de energía principal durante los períodos de ayuno.
Mejora de la salud metabólica: Estudios sugieren que el ayuno intermitente puede mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir los niveles de azúcar en la sangre y disminuir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Simplicidad: A diferencia de otras dietas que requieren contar calorías o restringir grupos de alimentos específicos, el ayuno intermitente se centra en cuándo comer en lugar de qué comer, lo que puede hacerlo más fácil de seguir para algunas personas.
Flexibilidad: Puedes elegir el método de ayuno que mejor se ajuste a tu horario y preferencias, ya sea el método 16:8 (16 horas de ayuno y ocho horas de alimentación), el ayuno en días alternos o cualquier otra variación.
Potencial para la longevidad: Algunos estudios en animales sugieren que el ayuno intermitente puede activar procesos de reparación celular y aumentar la longevidad al mejorar la salud de diversos sistemas del cuerpo.
Cinco desventajas
Adaptación: Mientras el cuerpo se adapta al nuevo patrón de alimentación, el ayuno intermitente puede convertirse en todo un desafío. Puedes experimentar síntomas como fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarte durante los primeros días o semanas.
Riesgo de comer en exceso: Durante las ventanas de alimentación, algunas personas pueden verse tentadas a compensar el tiempo de ayuno con comidas grandes o poco saludables, lo que puede contrarrestar los beneficios del ayuno intermitente.
No es adecuado para todos: El ayuno intermitente puede no ser adecuado para ciertas personas, como aquellas con trastornos alimentarios, mujeres embarazadas o lactantes, personas con diabetes u otras condiciones médicas. Siempre es importante consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier plan de ayuno.
Posible impacto en la energía y el rendimiento: Algunas personas pueden experimentar una disminución de la energía y el rendimiento físico durante los períodos de ayuno, lo que puede dificultar la realización de ciertas actividades, especialmente el ejercicio intenso.
Efectos secundarios: Aunque son raros, algunos efectos secundarios pueden incluir mareos, dolores de cabeza, problemas para dormir y cambios en el estado de ánimo. Estos síntomas suelen ser temporales y disminuyen a medida que el cuerpo se adapta al ayuno.